Mientras se mantenga en aumento el número de fallecimientos producto del coronavirus será muy difícil levantar las restricciones a las que desde su aparición ha estado sometida toda la estructura del deporte.
Por lo tanto, ante esa realidad, no debe sorprender que sea cierta la posibilidad de que por lo menos dos equipos que accionan en el béisbol profesional dominicano pidan un receso por la próxima temporada.
Parecería un cuento de camino esa posible petición, pero tampoco se puede descartar, porque la realidad es que sería un grave riesgo montar un evento tan costoso sin el respaldo de las empresas que tradicionalmente lo apoyan.
El gobierno, incluso desde que el presidente Luis Abinader era candidato, manifestó en un encuentro con Vitelio Mejía, que estaría en disposición de ayudar a la Liga, pero habría que ver primero cuáles serán las reales posibilidades económicas del gobierno en ese sentido.
Ante todo lo que está sucediendo, la población necesita más que nunca de “entretenimientos”, y la pelota profesional cumple a cabalidad con todos esos requisitos.
Además, ofrecer “pan y el circo” ha sido una práctica que se ha ejecutado desde la misma aparición de la humanidad.
Habría que ver, además, si aquí, en caso de que no disminuyan los contagios y fallecimientos a causa de la pandemia, podría ser factible, en lo económico montar un campeonato de béisbol profesional sin la presencia de fanáticos en los estadios.