El COVID-19 ante los deportes

El coronavirus, denominado luego como COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud (0MS), tiene al mundo en ascuas, porque se ha ido propagando exponencialmente, causando la alarma en todos los sectores, estando el deporte entre los más expuestos.

En la actualidad se han suspendido eventos en la mayoría de los países de Europa, en especial en Italia, donde la epidemia, casi ya pandemia, está causando estragos, obligando a las autoridades a tomar medidas extremas, como la suspensión de importantes torneos, en especial de fútbol y baloncesto.

La realización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ha estado en entredicho, por la probable propagación del virus, detectado por primera vez en Wuhan, en el centro de China.

Aunque todavía por estos predios aparentemente estamos “libres” de un posible brote de la enfermedad, el deporte, como actividad de masas, debe mantener la alerta al máximo porque, como dice el refrán, “más vale precaver que remediar”.

En ese sentido, Corea del Sur, aplazó el Mundial de Tenis de Mesa en Seúl, mientras los nipones suspendieron hasta el 15 de marzo el torneo de fútbol.

En Italia la situación es más crítica, al punto de que ha alterado el normal desarrollo y el futuro de las competiciones, dada la incertidumbre generada en la última semana.

Ayer, la UEFA, que agrupa a los grandes equipos del fútbol de Europa, advirtió que si el virus continúa en expansión, detendrá todas las ligas, lo que conllevaría a pérdidas económicas extraordinarias. Ante tan delicada situación, lo prudente y aconsejable es que por estos lares las autoridades se pongan las pilas y mantengan la alerta sanitaria al máximo nivel.