Por fin fue inaugurada la Central Termoeléctrica de Punta Catalina… Después de tres años de retrasos e incontables escándalos de corrupción.
Nadie sabe aún (esperamos que pronto se sepa) su costo real. Al principio eran 2,040 millones de dólares, pero gracias a una “negociación” de Danilo Medina con Odebrecht se bajo a 1,945 millones de dólares (a cambio de exonerarles el pago de impuestos).
A pesar de que dijeron que “no se pagaría un peso más”, resultó que hubo “imprevistos” que elevaron su costo a 2,440 millones de dólares.
Si le sumamos los 36 meses de atraso, a un costo para el Estado de 25 millones de dólares mensuales (según la comisión designada por Danilo Medina), serían 900 millones de dólares adicionales, es decir, 3,340 millones de dólares. A todo esto hay que añadir el costo del financiamiento.
Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que esa planta, que en otros países costaría menos de 1,000 millones de dólares, como ha sido técnicamente demostrado, aquí va a salir por más de 4,000 millones de dólares.
Y como si todo esto fuera poco, acaban de anunciar que el terreno fue comprado, no se sabe cuándo ni a qué precio.
Calculemos lo que se podría haber hecho con ese dinero pagado de más (robado), en hospitales, en carreteras, en mejores salarios para policías, médicos y enfermeras, en becas para estudiantes, en programas de fomento, en préstamos a las MIPyMES, etc. Pensemos por un momento todos los derechos y oportunidades que se llevaron en las garras.
Así de cara sale la corrupción. Es por eso que hay que ser implacable, y no tener clemencia con los corruptos… Ellos no han tenido piedad de nuestro pueblo.