El contacto con la tierra

El contacto con la tierra

El contacto con la tierra

Claudio Caamaño Vélez

Por cientos de miles de años el ser humano caminó descalzo por rudimentarios senderos de tierra, se bañó en ríos, se mojó con la lluvia y se ensució las manos de lodo.

Hace unos pocos miles de años fue cambiando esos hábitos, pero aun así seguía manteniendo un contacto directo con la tierra y el campo. Hasta hace tan solo 50 años la mayoría de la población era rural.

En un breve tiempo, en lo que sería menos del 0.03 % en la historia de la humanidad, hicimos cambios radicales, que definitivamente nuestra biología y nuestra mente no están en capacidad de procesar. Lo cual sin dudas ha creado importantes desbalances.

Ir al campo, escuchar los sonidos de la naturaleza, sentir la brisa en nuestro rostro, caminar descalzos y ensuciarnos, pueden tener un efecto muy positivo en nuestra salud, sobre todo en nuestra salud mental y espiritual.

Sentirse “bien” encerrado en una oficina o las paredes de un apartamento, es como creer que un ave pueda sentirse mejor encerrada en una jaula que en su vida en libertad.

En la jaula no se moja, ni tiene que andar buscando qué comer o preocuparse por depredadores, pero esa vida está alejada de su naturaleza, de aquello para lo cual está diseñada a través de millones de años de evolución.

Sé feliz en lo simple, maravíllate con los milagros de la naturaleza, deja que tu ser conecte con tu esencia. Hazlo, me lo vas a agradecer.



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