“La llave del éxito es el conocimiento del valor de las cosas”, refirió John Boyle, escritor y periodista irlandés.
El conocimiento profundo sirve de base para los avances científicos, aunque para los pobres está vedado porque no pueden acceder al mismo, a pesar de que no se les recomienda perder la esperanza.
Esta virtud es como un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones.