El Congreso Cívico es una asociación, en formación, de hombres y mujeres comprometidos a luchar por una transición democrática que supere el actual régimen y las instituciones agotadas, sometidas desde siempre y hoy más que nunca a la manipulación y el control del presidencialismo, en que ese régimen se basa.
Por más que se haya anunciado la renovación de las instituciones y por más rimbombantes que sean los nombres de algunas de ellas, la realidad es que el Congreso Nacional, la Justicia, la legislación electoral, las altas cortes y la propia Constitución de la República han sido y son meros instrumentos del presidente de turno, y de tanto prolongarse esa realidad, se ha llegado al borde del colapso institucional de la República misma.
Décadas enteras de embates al aparato estatal han generado un Estado disminuido, cada vez más incapaz de cumplir funciones tan elementales como garantizar el orden público, enfrentar la creciente inseguridad, ordenar el tránsito de vehículos en las vías públicas y ni siquiera hacer que muchos de sus funcionarios cumplan con el requisito ordinario de presentar una declaración jurada de bienes.
Esto hay que superarlo. Las fuerzas opositoras deben cumplir su rol, pero también es indispensable reclamar desde la sociedad, hacer sentir el peso de la opinión democrática, luchar por un cambio con contenido, que lejos de limitarse a sustituir un presidente por otro, abra cauce a la renovación política e institucional sin la cual es imposible avanzar hacia otras metas políticas más elevadas.
Así, hombres y mujeres de las diversas provincias del país, de distintas militancias partidarias, y con el apoyo de reconocidas organizaciones sociales, han venido organizando un movimiento no partidista pero con vocación política, que lucha por demandas indispensables para la refundación de las instituciones y la democratización de la vida nacional.
Ese movimiento forma parte de la Coalición Democrática, en base a objetivos políticos y lineamientos programáticos comunes, pero aún en el marco de esa cooperación, el Congreso Cívico preserva su personalidad propia.
Además, no se trata de un movimiento electoral; le interesa la buena relación con los partidos opositores, pero no es sector externo ni instrumento de ninguno de ellos.
El domingo 24 de marzo, en el auditorio del club Mauricio Báez, el Congreso Cívico celebrará su Primer Encuentro Nacional. Una convocatoria pública, formal, ofrecerá las informaciones correspondientes sobre el encuentro y sus convocantes.