Desde Puerto Rico recibo un “brochure” alusivo a los 80 años de Roberto Clemente, cumplidos el 18 de agosto (1934).
El documento se titula “¡Un Gigante para la Historia!” y promueve pasajes del bautizado como ¡El Cometa de Carolina! A propósito de que mañana (31) se cumplen 42 años del accidente en que perdió la vida, en causa noble, hoy lo recuerdo.
Clemente bateó .317 (9,454-3,000) e irónicamente el hit 3 mil fue en el último turno de su carrera, un doble ante Jon Matlack el 30 de septiembre de 1972.
cumuló cuatro coronas de bateo (1961 (.351); 1964 (.339); 1965 (.329) y 1967 (.357) y fue MVP en 1966 y la Serie Mundial de 1971. Su historial es amplio, siempre con los Piratas, ya que los Dodgers lo perdieron en regla 5.
Los boricuas han sabido homenajearlo con un coliseo, un estadio, un complejo deportivo, un cenotafio, una ciudad deportiva, una avenida, una rotonda y estatuas con el número 21 en cualquier espacio que pretenda preservar su memoria histórica. Un verdadero astro, quizás el mejor jugador latinoamericano de la historia.
En el pitcheo los dominicanos tenemos a Juan Marichal, número 27, pero no nos hemos enterado. ¿Habrá que esperar a que muera?