La grave crisis que sacude desde hace un tiempo al interior del Comité Olímpico Dominicano está generando mucho ruido, al punto que dirigentes tradicionales, ya prácticamente olvidados, porque militaron hace más de tres décadas en ese movimiento, han reaparecido en la palestra pública, llamando la atención para que haya una solución armónica entre los actuales directivos.
Constituye una lástima, una afrenta y hasta una deshonra que un movimiento, como el olímpico, esté en lal actualidad salpicado hasta el tuétano en disputas personales y grupales que podrían dar al traste con el desarrollo del deporte dominicano.
Aunque ese es un movimiento autónomo, hay que recordar que es patrocinado casi en un 100 % por el Estado, que todos los años, realiza aportes multimillonarios.
Las actuales autoridades no deben permitir bajo ningún concepto que esos intereses, en la mayoría de los casos de tipo económico, se conviertan en una retranca para el desarrollo del deporte nacional.
Ya es hora que a través del ministerio de Deportes se inicien conversaciones para evitar que se siga deteriorando la imagen del COD.
Entre los dirigentes históricos que han mostrado preocupación por la peligrosa ruta que lleva este enfrentamiento, están Joselyn Rodríguez Conde y Padro (el Caballo) Caba.
Bajo ninguna circunstancia se puede permitir que la sangre llegue al río, pero no hay duda que de mantener viva esta disputa al nivel que se está llevando, será una puñalada al deporte nacional en todos los sentidos.
Los que desde cierta distancia ven cel curso que lleva esta crisis, tienen toda la razón en estar muy preocupados.