Santo Domingo.-Sus lágrimas son falsas, no así la sensación de lloro que dan con la secreción salina que expulsan a través de unas glándulas cerca de sus ojeras.
De ahí que cuando alguien simula un llanto, le dicen en el argot popular: “tú tienes lágrimas de cocodrilo”.
Lo que sí es cierto de este reptil es que en épocas de sequía, como la que se vive el país, su reproducción aumenta significativamente y mientras más alta la temperatura más descendientes hembras eclosionan en su hábitat principal: las arenas que bordean lagos y mares.
Otro mito que se tiene sobre esta especie es que comen o devoran gente, y por el contrario, prefieren alejarse ante la presencia de humanos. Según los biólogos Darío Flores y Juana Peña, de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, al igual que todos los tipos de anolis o lagartos o iguanas, así como las tortugas, son más activos con las altas temperaturas.
No requieren agua
Los mismos se alimentan de insectos, flores y frutas, peces y roedores que les permiten almacenar energía y no necesitar agua por largo tiempo.
“Los cocodrilos, que tenemos, más en el lago Enriquillo, se alimentan de peces. Ellos son los más favorecidos con las altas temperaturas, porque ha provocado una mayor eclosión en menor tiempo, antes solo se veía su reproducción entre marzo y abril y permite que hayan más hembras; a menor temperatura nacen machos”, explicó Flores. Señaló que estos últimos ocupan de 2 a 3 kilómetros de territorio.
Empero las hembras no, por lo que aumentarán dichas especies en estado vulnerable, las cuales se extinguieron en Puerto Plata y Montecristi y sólo se encuentra en el lago Enriquillo.
Juana Peña reveló que desde 2009 realizan el monitoreo de especies amenazadas en el lago Enriquillo, específicamente de los cocodrilos e iguanas.
“En los últimos tres años hemos tenido más nacimientos de hembras que machos, ya que las temperaturas están muy altas”, comentó la bióloga.
Precisó que los cocodrilos nidifican en la arena y el calor determina el sexo.
Investigadores extranjeros que han estado en el lugar, han asociado el calor que favorece las especies con el denominado cambio climático, como también se sabe que la zona sur es la más seca del territorio, lo que favorece las altas temperaturas y que surjan más hembras.