El Círculo, un tremendo dilema

El Círculo, un tremendo dilema

El Círculo, un tremendo dilema

Hugo López Morrobel

El Círculo Deportivo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional ha sido el nicho de una gran cantidad de atletas que encuentran allí una cobija para poder subsistir, ante la poca o ninguna atención que han estado en capacidad de ofrecer sus respectivas federaciones.

Esa es una realidad incuestionable, pero como ha popularizado el colega Bienvenido Carmona, en todo, siempre aparece un bendito pero que lamentablemente desvirtúa acontecimientos que en apariencia lucen nítidos, sin ningún tipo de inconveniente.

El Círculo Deportivo, durante toda su existencia no ha parido ni ha desarrollado a ningún atleta, porque su único objetivo ha sido captar material que ya realizado en el plano competitivo, en ligas, clubes, asociaciones y federaciones.

La razón de ser para asimilar atletas ha sido una disputa de ego de supremacía, entre las jefaturas de las instituciones que compiten en los llamados Juegos Militares.

Esa situación ha creado un cuello de botella en el aspecto económico, porque al ingresan como asimilados, tras su retiro como atletas, ya con rangos, no pueden despedirlo en parte por “agradecimiento” y otras causas.

Lo ideal sería que esas entidades formaran y desarrollaran a sus atletas entre los jóvenes cadetes que ingresan cada año.

Por lo demás, el Círculo Deportivo no tiene razón de ser, y como está en la actualidad, es un complejo embrollo para gastar muchos millones de pesos, sin contribuir en nada al incremento y progreso de nuevos valores.

Esta medida puede perjudicar a atletas retirados o en proceso de hacerlo, pero no se puede mantener por siempre una estructura que crece sin ofrecer resultados acorde con la inversión que se ejecuta desde hace décadas.