El cierre de un año debe apuntar a perspectiva de reflexión y gratitud

El cierre de un año debe apuntar a perspectiva de reflexión y gratitud

El cierre de un año debe apuntar a perspectiva de reflexión y gratitud

Pridah dice que se debe desglosar esa meta en acciones específicas, realistas y alcanzables.

SANTO DOMINGO.-“El cierre de un año no debe ser un ejercicio de lamentos ni de autocrítica destructiva. En lugar de lamentarnos por lo no logrado, podemos adoptar una perspectiva de reflexión y gratitud.

El verdadero cierre de año comienza con un reconocimiento profundo de lo que hemos aprendido y experimentado. Debemos permitirnos sentirnos agradecidos por los momentos vividos, las lecciones obtenidas y las oportunidades que aún nos esperan”.

Así lo afirma Pridah Suero, abogada, conferencista y escritora, al destacar que el 2025 puede ser un año de transformación, pero para que ese cambio sea genuino y duradero, afirma que “debemos comprometernos con una visión más amplia de nuestro ser: en lo personal, lo profesional y lo espiritual.

Las oportunidades están siempre al alcance, pero dependen de nuestra disposición para aprender, evolucionar y soltar lo que ya no sirve a nuestro propósito”.

La experta explica que una poderosa herramienta es practicar la autocompasión y la aceptación. Si al final del año nos encontramos con metas no alcanzadas, en lugar de sentir frustración, debemos preguntarnos qué nos impidió avanzar.

¿Fue falta de tiempo? ¿Falta de claridad? ¿Circunstancias externas? Este análisis nos prepara no sólo para sanar, sino para ajustar nuestra estrategia con una visión más realista y serena hacia el futuro. Cerramos el ciclo con un enfoque positivo y, al mismo tiempo, aprendemos a soltar lo que no podemos cambiar. Así, abrimos la puerta a nuevas oportunidades y aprendizajes.

Más allá de lo material
Por otro lado, aclara que es fundamental ir más allá de los deseos materiales. El crecimiento personal, el bienestar espiritual y la búsqueda de propósito son esenciales para una vida plena.

Dijo que pedirle al Creador sólo por cosas materiales es reducir nuestra existencia a lo superficial. No hay nada malo en desear prosperidad o éxito material, pero la verdadera plenitud se encuentra en la armonía entre lo material, lo emocional, lo intelectual y lo espiritual.

Fue categórica al decir que la reinvención debe ser un proceso integral. Ser honestos con nosotros mismos implica preguntarnos: ¿realmente estoy alineado con mis valores más profundos? ¿Mis metas reflejan quién soy o lo que la sociedad espera de mí? Esta reflexión nos invita a hacer un balance de nuestras aspiraciones personales y profesionales, para asegurarnos de que lo que pedimos o buscamos no sea sólo lo que nos satisface en el momento, sino lo que contribuye al bienestar de nuestra alma.

“Renovar nuestras metas a partir de un entendimiento más profundo de quienes somos, en lugar de enfocarnos únicamente en lo que queremos tener, nos permitirá un camino de crecimiento genuino y satisfactorio. Muchas veces, lo que pedimos no siempre es lo mejor para nuestro bienestar a largo plazo. El verdadero éxito radica en alinearnos con lo que realmente necesitamos y lo que verdaderamente nos nutre”, señaló.

Visión realista

— ¿Cómo lograrlo?
La coach afirma que el primer paso para lograr los propósitos de vida es establecer una visión clara y realista de lo que quieres lograr. Un propósito no es simplemente un deseo, es un compromiso profundo contigo mismo. Debes comenzar por identificar la intención más profunda, lo que realmente quieres lograr.