El chisme y la desgracia de “Teresa” en la Isabela

El chisme y la desgracia de “Teresa” en la Isabela

El chisme y la desgracia de “Teresa” en la Isabela

*Por Hanlet Domínguez

Dominico Colón, padre del almirante, era tejedor en Génova, profesión que aprendió la familia entera. Luego que Colón adquiriera sus títulos (Virrey, gobernador y almirante) dados por los Reyes Católicos, no había quien le mencionara, que él había sido tejedor y comerciante de ropa.

Ya estando en la Isla Española,  surgió el malestar entre los españoles, ya que estos veían al descubridor de América como un mero extranjero que hablaba castellano con un acento pronunciado. Esto desató que las faltas de respeto fueran muy recurrentes en contra de la familia Colón en aquella época, y que el almirante utilizara el abuso de poder para impartir su propia justicia. Tuvo que llegar Bobadilla en el 1500 y hacerle un juicio a Colón, para que la sociedad de la época supiera las atrocidades que se habían cometido en la Isla Española.

Entre todas las atrocidades salió a relucir un caso en particular, el de Teresa Baeza. Ella era una de las pocas mujeres que estaban al principio de la colonia en Puerto Plata. Al parecer ella era de la “vida alegre” y por vías de sus servicios se enteró del pasado de los hermanos Colón (eran tejedores y corsarios). El chisme estaba a punto de explotar en la Isabela, pero había algo más grave que sabia Teresa acerca de Bartolomé Colón.

La pasión y el deseo dominaron de  manera tal a Bartolomé, que este le pidió a Teresa (según testigos) que le facilitara su casa para él tener un encuentro sexual con una mujer (“tenía quehacer con una muger casada”). Teresa sirvió de “alcahueta” y  el encuentro se consagró. Pero al parecer ese  no fue el único encuentro, ya que  la misma mujer había estado íntimamente con otro hombre en esa misma casa.

El rumor empezó a crecer entre los colonos, y el malestar de algunos en contra de los hermanos Colón se masificó y la situación se tornó tensa. Teresa en un descontento (había dicho que estaba embarazada para no contribuir trabajando en la Isabela en tiempos de hambrunas) mencionó que ellos (los Colón) eran del linaje de tejedores (gente de baja suerte).  Al enterarse de esto, la sangre casi le brotaba por los poros a Bartolomé, quien la tomó de la mano y la metió presa.

Al parecer “había que hacer un ejemplo” el castigo de Teresa  variaba dependiendo el testigo que lo relataba, ya que de aquel caso había pasado aproximadamente en 1494-1495  y el juicio fue en el 1500. En tal sentido, algunos decían que Bartolomé la metió en un lugar junto con Rodrigo Pérez (Lugarteniente de justicia) en donde  le dieron cien azotes y le cortaron la lengua a ella y a Ynés de Malaver (la otra supuesta chismosa). Luego, hicieron que Teresa desfilara desnuda en frente de todos en la colonia.

A toda esta humillación, el almirante le respondió a Bartolomé, que con el castigo a esas mujeres él había hecho un buen ejemplo “ y quien diga mal de nosotros pues merece la muerte y es así el derecho”. 

El documento del juicio de Colón está contenido en el libro de Isabel Aguirre y Consuelo Varela La caída de Cristóbal Colón” (El juicio de Bobadilla).    

 Hanletdominguez@gmail.com 



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