El chisme

El chisme

El chisme

Ana Blanco

Nos encanta hablar de otras personas. Hay que admitirlo. Si no fuera así estoy convencida de que las redes sociales se hubieran quedado en algo simbólico.

Nos gusta saber del vecino, de los amigos, de los famosos… Y en esencia no debería estar mal porque somos seres sociales.

El tema es cuando llega el chisme, ahí normalmente cruzamos líneas.

Esta semana me llegó un video, decía que era una enseñanza de Sócrates, no lo he comprobado, pero sea de quien sea me parece un mensaje muy apropiado para estos tiempos. Cuando vayas a contar algo sobre alguien o te vayan a contar algo debes preguntarte tres cosas.

Primera. ¿Sabes que es verdad lo que estás contando? Si no lo has confirmado, comprobado o lo sabes por ti mismo, entonces estás transmitiendo algo que puede ser o no verdad. Aquí tenemos la esencia de las famosas fake news.

Segundo. La pregunta de la bondad. Lo que vas a contar sobre alguien ¿es algo bueno? Si la respuesta es no, piensa bien cuáles pueden ser las consecuencias y qué ganas tú o quien te escucha con ello.

Tercero. Utilidad. ¿Es útil para quien escucha aquello que le vas a decir sobre alguien, incluso cercano? Si la respuesta es no, entonces por qué lo haces.

No caigamos en contar cosas que no sabemos que son verdad, que son negativas y que no tienen ninguna utilidad. Ese tipo de chismes solo traen consecuencias negativas en la mayoría de los casos. Si todos nos centráramos más en analizar, preguntar, ver lo positivo y transmitir cosas útiles estoy más que convencida que nuestra sociedad sería diferente.
Las redes sociales, tan potentes para hacer llegar un mensaje, y tan fáciles de manipular y lograr que lo malo corra mucho más rápido que lo bueno.