México.-El pasado 17 de junio nos despertábamos con la muerte de uno de los personajes más emblemáticos de la televisión mexicana: el actor Rubén Aguirre, que daba vida al Profesor Jirafales en el famoso programa infantil ‘El Chavo del Ocho’.
Hoy, apenas tres días después, Google ha querido rendirle un homenaje al espacio televisivo más querido de toda Latinoamérica con uno de sus famosos doodles (imágenes que el buscador sustituye por su logotipo para conmemorar nacimientos, eventos, etc).
Este 20 de junio se cumplen 45 años de la primera emisión de ‘El Chavo del 8’, y en la memoria de todos están Quico, La Chilindrina, nuestro querido Chavo, y, ahora más que nunca, el profesor Jirafales.
La primera transmisión de ‘El Chavo del Ocho’ fue el 20 de junio de 1971. Producida por Televisión Independiente de México (más tarde, Televisa) y protagonizada por el entrañable Roberto Gómez Bolaños (que murió el 28 de noviembre de 2014), pronto se ganó un hueco en los corazones de los más pequeños.
El programa trataba de las andanzas de un grupo de niños (interpretados por adultos) en una vecindad de México. El protagonista, El Chavo, era un niño huérfano que vivía en un barril en el patio y que siempre estaba haciendo travesuras con sus amigos Quico (interpretado por Carlos Villagrán) y La Chilindrina (María Antonieta de las Nieves). Estas travesuras terminaban siempre sacando de quicio a los adultos como Don Ramón (Ramón Valdés) y Doña Florinda (Florinda Meza).
A pesar de lo que pueda parecer, desde un principio su creador, Gómez Bolaños, consideró que el público objetivo de ‘El Chavo del Ocho’ no fueron los niños, sino los adultos. Sin embargo, el show pronto se convirtió en un fenómeno para grandes y pequeños, y en 1973 ya era transmitido por varios países de Hispanoamérica y tenía altos índices de audiencia. Se estima que en 1975 más de 350 millones de telespectadores lo veían cada semana.
Como todo programa de éxito, no estuvo exento de algunas polémicas. En 1978, Carlos Villagrán abandonó la serie por culpa de un conflicto con Gómez Bolaños sobre la autoría del personaje de Quico. Y en 1979 fue Ramón Valdés el que decidió abandonar el programa, aunque apenas un año después regresó. No fue por mucho tiempo, ya que la última emisión de ‘El Chavo del Ocho’ de forma independiente fue el 1 de enero de 1980, aunque continuó como parte del programa ‘Chespirito’ hasta el 12 de junio de 1992.
Aunque la serie acabó a principios de la década de los 90, se ha seguido emitiendo en distintos países hasta la actualidad (en España se emitió en Canal Sur y en La 2 de TVE, y a día de hoy se puede seguir viendo en Popular TV). Pero además de la serie original, ‘El Chavo del Ocho’ cuenta con un programa de animación, ‘El Chavo animado’ (producida también por Televisa, y estrenada en 2006), el libro ‘El diario del Chavo del Ocho’ (escrito por Gómez Bolaños y publicado en 1995), el musical ‘El Chavo animado: show en vivo’ (estrenado en 2010), o un videojuego para la Wii lanzado en 2012.
Con frases como “es que no me tienen paciencia”, “bueno, pero no te enojes”, o la mítica “fue sin querer queriendo”, el ‘Chavo del Ocho’ se coló hace 45 años en nuestros corazones, y a día de hoy sigue siendo uno de los referentes culturales de más de una generación.
Curiosidades sobre El Chavo del Ocho
– El nombre de “El Chavo del Ocho” se refiere al hecho de que el programa inicialmente se transmitía por el canal 8, aunque más tarde cambió de frecuencia y se convirtió en el canal 9. Después, se justificó con el número del apartamento en el que vivía el Chavo.
– Su contenido fue calificado por la crítica como «vulgar», «bobo e insulso», «enajenante» y «no recomendable». De hecho, una de las principales críticas fue la violencia explícita a través de los golpes e insultos entre algunos de los personajes.
– Hay un capítulo de ‘El Chavo del Ocho’ que nunca se emitió. En el episodio 142 el niño protagonista moría atropellado por culpa de sus travesuras. Fue un experimento del creador, Gómez Bolaños, que no gustó a los actores y amenazaron con dejar el rodaje. Finalmente nunca vio la luz.
– El Chavo no vivía en el barril (aunque a veces se insinuaba). El Chavo compartía su casa con alguien que nunca apareció (al igual que la puerta del piso). Gómez Bolaños reveló en su libro que el Chavo llegó a su apartamento tras escaparse de un orfanato en el que le pegaban. Una mujer mayor le acogió en dicho apartamento, pero falleció al día siguiente.
– Nunca se supo el verdadero nombre de El Chavo, ya que todas las veces que intentaba decirlo era interrumpido.
– Carlos Villagrán era famoso por tener siempre los carrillos hinchados de aire. Pero, por extraño que parezca, no usaba ningún tipo de relleno en las mejillas. Sólo las llenaba de aire y hablaba al mismo tiempo.
Créditos: El País/ Patricia Muñoz de la Llave.