Yamel Villabrille 
Yamel Villabrille, Odontóloga - Endodoncista
Por las noches mientras dormimos nuestra cavidad bucal funciona como el medio perfecto para el crecimiento de bacterias, ya que muchas cepas se desarrollan en condiciones o ambientes húmedos, cálidos y de un pH ácido.
Los restos alimenticios que se fermentan con el paso de las horas producen acidez y al mantener también la boca cerrada o semiabierta durante el sueño, se anidan diversas características esenciales para la proliferación bacteriana.
Cuando no cepillamos nuestros dientes antes de irnos a la cama la boca funciona como un caldo de cultivo debido a la acumulación de bacterias y restos de comida ingeridos durante el día.
Otro motivo por el cual se cataloga al cepillado nocturno como el más importante es porque mientras estamos en reposo nuestro flujo salival es menor. La saliva funciona como una herramienta de higiene, ya que tiene la capacidad de barrer bacterias, al disminuir el flujo existe menos probabilidad de barrido.
A muchas personas les resulta difícil y muy pesado el hecho de que el cepillado sea lo último que hagan antes de echarse a descansar pero cuando esta maniobra se convierta en una costumbre les resultará aún más difícil acostarse sin realizarla.
Todos los padres deberían inculcarle a sus hijos pequeños la importancia del cepillado nocturno y sobre supervisarlos hasta que cumplan la edad suficiente para limpiar sus dientes de manera exitosa; de nada sirve cepillarse por las noches incorrectamente dejando grandes cantidades de placa bacteriana, sería lo mismo que no haberse cepillado.
Si usted no tiene tiempo de higienizar sus dientes luego de cada comida por la carga horaria de sus labores, por favor nunca duerma sin antes utilizar el hilo dental, cepillarse minuciosamente y enjuagarse con un antiséptico oral.
Es una realidad invaluable que nuestro mejor cepillado es el nocturno.
Dios le bendiga abundantemente.
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