El censo

El censo

El censo

Nassef Perdomo Cordero, abogado.

Dicen que para uno saber dónde va tiene que saber de dónde viene y, evidentemente, dónde está. Esta es una verdad demostrable geométricamente: es imposible trazar una línea si no se tienen por lo menos dos puntos de referencia.

Por eso, el punto de partida y el punto de llegada se necesitan mutuamente para que pueda verse el camino que debe andarse.

Es por eso por lo que casi todas las naciones civilizadas celebran censos periódicamente, usualmente cada diez años. Estos censos sirven para levantar información sobre la población en sentido general, y sus condiciones de vida.

Esto a su vez permite tres cosas: verificar el éxito o el fracaso de las políticas públicas que se han implementado, conocer la realidad alrededor de la cual deben diseñarse las nuevas políticas públicas e identificar cuáles son las necesidades de la población.

Todo lo anterior es necesario para que el Estado pueda cumplir con sus mandatos, pero también es muy útil al sector privado porque le permite conocer las necesidades económicas que puede suplir por medio de la iniciativa privada. Es decir que los censos son herramientas valiosas para la planificación tanto pública como privada.

De ahí que atenta contra el interés general la campaña que ciertos grupos han levantado contra el censo llamado a celebrarse en las próximas semanas. Los dominicanos tenemos derecho a un Estado eficiente, que sepa lo que tiene entre manos, y tenemos derecho a saberlo nosotros también para poder exigirle con fundamento.

Pretender que el país se maneje sin datos concretos sobre su población es apostar al fracaso del Estado, apostar a la improvisación, apostar contra la transparencia. Saber cuántos somos, dónde estamos y cómo vivimos es una necesidad imperiosa.

Claro está, hay gente que tiene décadas viviendo de hablar al ojo por ciento, de azuzar temores sin presentar datos concretos, de dificultar soluciones porque la realidad no se ajusta a sus pretensiones. Y son esos los que se oponen a que los dominicanos nos censemos.

Es decir, se aprestan a impedir que se levante información que todos necesitamos porque a ellos no les conviene que se sepan datos concretos que no les gustan. Si de verdad les interesara la verdad, apoyaran el censo.
El deber patriótico y ciudadano de los dominicanos es colaborar con las iniciativas que promueven el bien común, apoyemos el censo.