El doctor Molina Morillo recién padeció quebrantos de salud, de los cuales se estaba recuperando, por lo que sorprendió su partida.
Santo Domingo.-Las múltiples manifestaciones de cariño y solidaridad hacia la familia, tras la partida del doctor Rafael Molina Morillo, director fundador de EL DÍA, confirmaron ayer una vez más el merecido y buen sitial ganado por quien hasta en su último día de vida ejerció el periodismo con valentía y entrega.
Mucho antes de iniciarse el velatorio, el salón de espera de la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln ya estaba abarrotado de personalidades que hacían filas para entrar a la capilla A, así como para firmar el libro de condolencias.
El abogado, periodista, escritor y diplomático dominicano recibió en vida los más importantes reconocimientos anhelados por cualquier profesional de su investidura, pero sin duda que por las valoraciones y calificaciones dadas por colegas y personalidades del país, el máximo homenaje póstumo que habrá de recibir es que las sucesoras generaciones de su oficio imiten su ejemplo.
Molina Morillo, quien falleció el domingo a la edad de 87 años, estuvo casado con Francia Espaillat de Molina, madre de sus hijos José Antonio, Amelia, María Alicia y Silvia María, que junto a yernos, cuñados, nietos sobrinos y demás familiares lloraron con pesar su partida.
Elogios
Para el empresario José Luis (Pepín) Corripio, quien fuera su amigo y soporte en varios de los proyectos de comunicación que impulsó, la partida de Molina Morillo representa un antes y un después de una etapa del periodismo dominicano.
“Es el último de los grandes íconos, creador de escuelas como lo fueron Rafael Herrera, Emilio Ornes, Cuchito (Mario Álvarez) y Radhamés Gómez Pepín, que tuvimos el honor de tenerlo como director de El Nacional”, dijo Corripio. Agregó que con él se cierra una etapa de valores, capacidad, buen sentido y honestidad.
De ahí que espera que la nueva generación con imitarlo logren sus mismos éxitos.
“El doctor Molina se mantuvo haciendo periodismo hasta el último momento, incluso el día antes de su muerte planificábamos los trabajos de la semana y el domingo lo llamé para ver a qué hora enviaría su columna (Mis Buenos Días) porque estaba libre y ahí sorprendió la noticia de que había muerto minutos antes.
O sea que hizo periodismo hasta su último suspiro, como quiso”, narró el subdirector de EL DÍA, José P. Monegro.
Persio Maldonado, presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, dijo que quien desee tener una vida honesta, puede ver en Molina un referente importante.
De acuerdo con Olivo de León, presidente del Colegio Dominicano de Periodistas, la última columna del Doctor fue una muestra de que él estaba convencido de lo que le iba a ocurrir.
“Cuando él decía que pasar unos días en su casa era muy difícil porque tenía que estar oyendo cuestiones de corrupción, Odebrech, la marcha, pero sí finalmente terminaba como se preveía con mucha violencia prefería quedarse en su casa a ver lo que la mala suerte le deparaba. Esa fue una especie de despedida”.
Columna libertad prensa
“Con la partida de Molina Morillo desaparece una de las columnas vertebrales de la lucha por la libertad de prensa en las Américas . Su legado queda como ejemplo y estímulo para los que seguimos abrazados a esa causa y no lo defraudaremos”, expresó Miguel Franjul, director del Listín Diario.