El cardenal estadounidense Bernard Law, figura clave de un enorme escándalo de sacerdotes pedófilos en Estados Unidos, falleció ayer en Roma, suscitando amargas reacciones de las víctimas.
Una investigación del diario Boston Globe en 2002 permitió revelar cómo la jerarquía católica local, con Law a la cabeza, cubrió de forma sistemática, y a menudo cínica, los abusos sexuales cometidos por unos 90 sacerdotes en Boston y alrededores durante varias décadas.
El papa Francisco lamentó la muerte de Law «después de una larga enfermedad», en un mensaje del Vaticano en el que evitó mencionar el escándalo.