Monty Williams.
DETROIT — Durante gran parte de la primavera, encontrar un trabajo como entrenador en la NBA fue lo último que le importaba a Monty Williams.
Después de ser despedido por los Phoenix Suns luego de su eliminación de la postemporada, Williams había hablado con algunos equipos cuando su familia recibió noticias inquietantes: a su esposa, Lisa, le diagnosticaron cáncer de mama.
Williams fue presentado el martes como el nuevo entrenador de los Detroit Pistons y habló sobre la salud de su esposa en un intento por ayudar a los demás.
“La razón por la que lo menciono es para no hablar de mi familia, sino para enfatizar más que las mujeres necesitan pruebas de detección temprana. Hicimos pruebas genéticas y luego escaneo tras escaneo y luego lo encontramos temprano, y eso puede haber salvado la vida de mi esposa.
“Puede salvar a otros”.
Williams había estado en contacto con el gerente general de los Pistons, Troy Weaver, pero abandonó la contienda por el puesto de Detroit cuando su esposa fue diagnosticada.
“Mientras navegamos por todo eso, estaba hablando con Troy y diciéndole hombre, no podía, ya sabes, en este momento porque tengo que cuidar de mi familia”, dijo.
Williams, cuya primera esposa, Ingrid, murió en un accidente automovilístico en 2016, estaba listo para tomarse al menos una temporada libre para pasar más tiempo con su esposa e hijos. También está ayudando a su hijo Elijah, uno de los principales objetivos de reclutamiento para las escuelas de todo el país, a lidiar con ese aspecto de su vida.
“Después de recibir las buenas noticias sobre Lisa, estaba con mi hijo en una prueba cuando recibí un mensaje de texto de Troy de la nada”, dijo. “Pensé que todo estaba totalmente fuera de la mesa, pero las cosas fueron rápido después de eso”.
Williams voló a Los Ángeles para reunirse con el propietario Tom Gores.
“Me reuní con Troy durante unos cinco días en mi casa y le dije que teníamos la responsabilidad fundamental de hacer lo correcto para nuestros jugadores”, dijo Gores. “Literalmente han confiado en nosotros e incluso tienen sus propias prácticas. No diría que fue una pelea a gritos, pero hablamos sobre lo importante que era cumplir con esos jóvenes”.
Williams entrenó a New Orleans de 2010 a 2015, con marca de 173-221 y perdiendo dos veces en la primera ronda de los playoffs.
Las cosas eran diferentes en Phoenix. Tomando el control de un equipo que había tenido marca de 19-63 en 2018-19, Williams llevó a los Suns a un récord de 34-39 en la temporada 2019-20 afectada por la pandemia, luego a 51-21 y a una plaza en las Finales de la NBA en la temporada comprimida de 2020. -21 horario. Perdieron en seis juegos ante los Milwaukee Bucks.
Phoenix tuvo marca de 64-18 y terminó como el principal sembrado del Oeste en 2021-22. Williams fue nombrado Entrenador del Año, pero los Suns fueron eliminados en la segunda ronda por los Dallas Mavericks.
Esta temporada, cayeron a 45-37 y otra derrota en la segunda ronda, esta vez ante los Denver Nuggets que se dirigían al campeonato.
Ahora tendrá que reiniciar ese proceso en Detroit.
Los Pistons tuvieron el peor récord de la liga con 17-65, pero tuvieron mala suerte en la lotería del draft y obtuvieron la quinta selección. Han pasado siete años sin una temporada ganadora y no han ganado un juego de playoffs desde el Juego 4 de las Finales de la Conferencia Este de 2008.
Detroit tiene un núcleo joven y prometedor en Cade Cunningham, Jaden Ivey y Jalen Duren, pero Cunningham se perdió la mayor parte de la temporada pasada con una fractura por estrés.
“Puedes ver el talento de este grupo y el tamaño, pero lo que realmente me impresiona es la gente”, dijo Williams. “Cuando les hablo, me miran a los ojos, lo cual es impresionante. Cuando les envío un mensaje de texto, me responden de inmediato. Hay un hambre y un deseo allí”.
