El camino del crecimiento: cómo ayudar a tu hijo a aprender de los fracasos
ERIKA RODRÍGUEZ
SANTO DOMINGO
La vida no es una secuencia de éxitos continuos, sino una serie de intentos exitosos, como demuestra el proceso de aprendizaje de un niño. Según la doctora Angela Mattke, pediatra en el Centro Pediátrico de Mayo Clinic, los primeros pasos de un niño, aunque llenos de caídas, son una clara representación del crecimiento personal.
Mattke ofrece valiosos consejos a los padres para ayudar a sus hijos a seguir intentándolo, fomentando su resiliencia y habilidades para enfrentar desafíos a medida que crecen agregando: “A medida que su hijo crece, usted lo ayudará a enfrentar desafíos más grandes y complejos físicamente, mentalmente y emocionalmente. Habrá más caídas e, incluso, algunas situaciones en las que va a estrellarse, sin duda, pero su trabajo, como padre o madre, es ayudar a su hijo a levantarse y volver a intentarlo”.
Ayúdalo a prepararse para los desafíos futuros
La especialista ofrece estas recomendaciones paraque su hijo sepa que el proceso de aprender una habilidad puede ser tan importante como la habilidad en sí, y que el fracaso no es algo que deba temerse o evitarse.
- Ayude a su hijo a ver el fracaso como un subproducto natural del aprendizaje y la experimentación con respecto a las cosas nuevas.
- Reconoce cuando una situación no es buena. Hágale saber a su hijo que es normal sentirse decepcionado o molesto.
- Anime a su hijo a pensar en cómo lidiar con la pérdida o cómo recuperarse de ella.
- Comparta historias sobre los momentos en que fracasó y lo que aprendió de esas experiencias.
- Deje que su hijo lo vea probando cosas nuevas, incluso si es algo en lo que no es bueno.
Estrategias que pueden ayudar a fortalecer su resiliencia:
- Fomentar hábitos saludables: Una alimentación equilibrada y un sueño adecuado influyen en el bienestar emocional y mental de los niños, ayudándolos a afrontar mejor los desafíos.
- Enseñar técnicas de manejo del estrés: Practicar juntos ejercicios de respiración profunda o mindfulness puede ayudar a los niños a gestionar la ansiedad y la frustración.
- Promover la actividad física: El ejercicio regular no solo beneficia la salud física, sino que también mejora el estado de ánimo y la confianza en sí mismos.
- Fomentar la creatividad: Actividades como la música, el arte o la escritura permiten a los niños desarrollar habilidades de resolución de problemas y expresión emocional.
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