SANTO DOMINGO.-El tema del jarro picha’o se convirtió en un rítmico merengue popularizado con la voz de distintos intérpretes, y bailado por varias generaciones de dominicanos.
Ahora tenemos la versión del tema en novela, publicada por el escritor Amable Mejía, titulada “El camino de las hortensias”.
El argumento de la novela nos sumerge en la vida pueblerina de Bonao, de gente humilde y laboriosa. Una vida cuya única novedad era impuesta por la dinámica informativa y musical de una emisora: La Voz del Yuna; y que luego su dueño, Petán, la traslada a Ciudad Trujillo, rebautizada con el nombre de La Voz Dominicana.
Famosa en su época porque celebraba una semana aniversario con la presentación de grandes artistas del mundo y la región.
El hecho de que la emisora tuviera como nombre La Voz del Yuna no tenía sentido. Porque Yuna es un río. Y los ríos no hablan.
El cambio de nombre, con su traslado a Ciudad Trujillo, por La Voz Dominicana resultó más favorable.
“El pueblo, antes del traslado de La Voz del Yuna, era tranquilo —fragmento de la novela— y después del traslado, también.
Sus pobladores eran como los días: nada pasaba. Sólo durante la estadía de la emisora pasaban cosas dignas de mencionarse, antes y después era una población recogida en sí misma, a la hora de hablar, pensar, ver la vida”.
No se trata de una historia de amor.
En las páginas de “El camino de las hortensias” encontraremos un loco que camina desnudo y grita improperios y maldiciones por las calles del pueblo contra Petán y el jefe.
Muy interesante el viaje que hace Novicia en avión. De Puerto Rico a Santo Domingo. Y luego a Santiago por carretera, cuando tenía 70 años, con el propósito de conocer la familia del novio de su nieta Clarita.
Datos históricos
El viaje hacia Santiago, con una parada técnica en Bonao, le sirve a Amable Mejía para organizar los datos históricos que ayudan, como muletas invisibles, a que la novela recorra, paso a paso, el oprobioso camino de las hortensias.
Clarita es un personaje clave. En la novela y en la vida de su abuela Novicia.
Y ya el lector podrá darse cuenta con una lectura —o dos, si es necesario— del libro. Y ella, Clarita, resulta tan importante como Mercedita, la otra joven que completa el cuadro de los agravios de Petán, conocidos y silenciados por muchas familias en la Villa de las Hortensias.
La compensación a las familias que entregaban las niñas para la deshonra —de acuerdo a Amable Mejía— era de 300 pesos al mes. Una fortuna en esa época. Otras, con mejor suerte, eran favorecidas con la entrega de una casa modesta, o una tierrita de buen ver, para que el padre se dedicara a la agricultura.
Abundan —como ocurre en los pueblos— nombres anodinos, apodos y recuerdos amargos. Hay muertes sin importancia y sueños de buena vida frustrados.
La novela que le antecede a «El camino de las hortensias» se titula «Brevedad», impresa en 2022.
El autor publica solo novelas desde 2008 —salvo algunos libros intermedios de poesía y cuentos.
Algunas obras
— Novelista
El escritor Amable Mejía sólo ha publicado novelas desde 2008 —salvo algunos libros intermedios de poesía— y, para su gloria, todas las ediciones están agotadas. Tiene publicados los poemarios: El libro inevitable y El otro cielo.