El cambio empieza

El cambio empieza

El cambio empieza

Claudio Caamaño Vélez

Aunque no se han terminado de computar los votos preferenciales en Santo Domingo Este, puedo afirmar que este es mi primer escrito como diputado electo. Me siento orgulloso del trabajo de nuestro equipo y de los miles de dominicanos que ejercieron un voto de conciencia por nosotros.

Nos espera un gran reto: restaurar la institucionalidad y rescatar la economía… Sumado al desafío sanitario del coronavirus.

La lucha contra la corrupción y la impunidad deberán ser la prioridad de las nuevas autoridades. Sin odio, ni rencores… Pero sin borrón y cuenta nueva.

Juan Pablo Duarte lo decía muy claro: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones”.

Es bueno que sepamos que la inmensa mayoría de los votos que condujeron a la aplastante victoria del Partido Revolucionario Moderno, no llegaron a las urnas motivados por dádivas pasajeras o algún puesto en el gobierno. Fueron fruto del hartazgo, la indignación y el deseo de acabar con una tradición política perversa y maldita.

El mayor compromiso del nuevo gobierno debe ser con la justicia, con cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes.

El cambio no solo debe verse en el Palacio Nacional y el Congreso, debe verse en la forma en como se ejercen esas funciones. Debe haber un cambio de cultura política.

El cambio debe verse en la seguridad de las calles, en el servicio de los hospitales, verse en los parques y las instalaciones deportivas. El cambio debe verse en la cara de la gente, en su vida.

Por mi parte, llego a la Cámara de Diputados con mi voz libre y mi frente en alto. Mi principal compromiso es con mi pueblo y su bienestar.



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