El boxeo, a pesar de los graves inconvenientes del coronavirus, ha sido de los deportes menos afectados, debido a la presteza con que se han movido los promotores, además del apoyo irrestricto de los establecimientos hoteleros de Las Vegas, Nevada.
Si bien es cierto que a principio se pospusieron combates importantes por títulos mundiales, los organismos rectores se movieron con agilidad en busca de respaldo para mantener vivo el espectáculo mediante los diversos medios, en especial la televisión abierta.
Ya en nuestro país se debió permitir que los promotores monten carteleras, siempre con el estricto cumplimiento de los reglamentos sanitarios que señalen las autoridades de salud.
Pero da lástima que en República Dominicana exista muy escaso respaldo, al punto de que la principal instalación, el Coliseo Carlos Teo Cruz, se ha convertido en un elefante blanco, donde lo menos que se practica es boxeo.
El principal uso que se da a ese pabellón, está a cargo de pastores evangélicos que reúnen allí con frecuencia a sus seguidores.
El boxeo requiere de un empujón que lo coloque de nuevo en el sitial que le corresponde.
RADARES.-Ojalá que las competencias de velocidad no sufran un mayor resquebrajamiento, después que en 2019 lograron una de sus más exitosas temporadas.
Se espera que los propietarios del autódromo, ubicado en la autopista de Las Américas, tras rescindir el contrato a los arrendatarios, se animen a continuar firmes en el desarrollo de esa actividad que mueve a miles de aficionados durante los campeonatos de motos y automovilismo.