SANTO DOMINGO.-El emblemático Reloj Floral del Jardín Botánico Nacional, una de las áreas más atractivas para sus visitantes, empezó a ser restaurado ayer tras permanecer estático desde el huracán George, en 1998. Las manecillas de este reloj, uno de los más grandes y hermosos de Latinoamérica, se detuvieron tras el paso del fenómeno.
Este fue diseñado por el relojero italiano Giovanni Abramo para exhibir plantas acuáticas, arbustos y herbáceas.
Ricardo García, director del Jardín, adelantó que la reparación implica una inversión de RD$2 millones.
“Con apoyo de Pinturas Popular , a través de su vicepresidente Rubén Acevedo y el experto electrónico Anthony Paulino lo restauraremos”, dijo.