El bicarbonato, un aliado de la salud, la belleza y la limpieza

El bicarbonato, un aliado de la salud, la belleza y la limpieza

El bicarbonato,  un aliado de la salud, la belleza y la limpieza

Ese polvo blanco y cristalino conocido como bicarbonato de sodio es un elemento que puede encontrarse en depósitos minerales por todo el mundo, aunque también se puede obtener de manera artificial.

Es un producto biodegradable, natural, muy económico, de color blanco y muy soluble en agua. Fue en el Siglo XIX cuando se empezó a producir de manera industrial y se descubrió su uso en la producción de panadería y pastelería.

De acuerdo a Yahoo! Vida y Estilo, actualmente y a raíz de esto último, se utiliza con mucha frecuencia en la cocina, pero sin duda es un aliado de la salud, la belleza y la limpieza.

Puedes recurrir a él para hacer tu vida más saludable, ya que contiene propiedades fabulosas.

Aquí, hoy, te platico solo algunas ideas de sus innumerables usos:

Previene agruras, reflujo y acidez estomacal

El bicarbonato de sodio tiene la capacidad de neutralizar la acidez estomacal provocada por una mala digestión o por el consumo de alimentos con un pH muy bajo. Asimismo, ayuda a evitar los gases estomacales producidos por el consumo de leguminosas y otros alimentos.

Disuelve una cucharada sopera de bicarbonato en un vaso con agua y tómalo una o dos horas después de las comidas.

Como sales de baño

Los baños en tina son relajantes terapéuticos y, en muchas ocasiones, resultan ser hasta necesarios. Después de un largo día, cuando terminas estresada y con los pies cansados, un buen baño te puede relajar mucho más, incluso, que algún medicamento.

Si no cuentas con un producto en especial no te preocupes, añade a tu tina un poco de sal, bicarbonato de sodio y unas gotas de colonia o algún aceite esencial para perfumar el ambiente. Si puedes poner música relajante y algunas velas el resultado será realmente increíble.

Dientes blancos y encías sanas

Sus propiedades ayudan a desmanchar los dientes dejándolos limpios y blancos; además ayuda a las personas que sufren de sensibilidad en las encías. En el mercado existen varias pastas dentales que lo incluyen como ingrediente. Sin embargo, te doy un consejo sobre una manera fácil y barata de utilizarlo: después de cepillar tus dientes como acostumbras, haz buches con agua de bicarbonato y sal. Para ello, mezcla en un vaso con agua una cucharada sopera de bicarbonato y una pequeña de sal.

Como exfoliante del cuerpo

Para eliminar las células muertas y otros residuos poco saludables que se van acumulando en nuestra piel es muy recomendable que la exfoliemos de vez en cuando. En el mercado encuentras una gran variedad de exfoliantes de todas las marcas y precios; sin embargo, el bicarbonato puede ser una gran opción y, además, muy barata.

Prepara una mezcla consistente en una parte de agua por tres de bicarbonato y aplícala en tu cuerpo con movimientos suaves y circulares; una vez finalizada la exfoliación enjuaga bien con agua tibia y unta una buena crema humectante.

Para bajar de peso

El bicarbonato cuenta con propiedades alcalinas que ayudan a transformar la grasa en músculo y energía. En las dietas alcalinas este es un ingrediente indispensable, precisamente porque combate la acidez corporal que, en muchas ocasiones, es la causante del aumento de peso. El bicarbonato balancea el pH de la sangre, lo que mejora la oxigenación de las células, la digestión y el funcionamiento del organismo. Al mismo tiempo, regula las grasas y ayuda a que el cuerpo las expulse de una manera natural.

Con este fin, a un vaso con agua agrégale dos cucharadas de vinagre de manzana y dos cucharadas de bicarbonato, revuelve bien y consúmelo. Esta combinación te ayudará a quemar esa grasita que tanto te molesta. Debes tomarlo por las mañanas.

Ahora que ya sabes qué más puedes hacer con el bicarbonato de sodio, pruébalo. En caso de que lo pienses tomar, te sugiero que consultes antes con tu especialista, ya que se encuentra contraindicado en casos de problemas renales, cardíacos o hipertensión arterial.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!