Seiya Suzuki, de los Cachorros de Chicago, de Japón, firma autógrafos para los fanáticos antes de un juego de béisbol de entrenamiento de primavera contra los Medias Blancas de Chicago,
NUEVA YORK .— Transcurrieron 157 días entre el momento que Freddie Freeman y los Bravos de Atlanta ganaron la Serie Mundial del año pasado y la inauguración de la temporada de 2022.
¿De por medio?
Mejor respire profundo antes de recitar todo lo ocurrido. Un monto récord de dinero gastado en agentes libres.
Un áspero conflicto laboral que retrasó el día inaugural. Quizás lo más impensable de todo: Freeman ya ni siquiera sigue en Atlanta. Mucho para ponerse al corriente antes que los Cachorros de Chicago y los Cerveceros de Milwaukee levanten el telón de la campaña en el Wrigley Field la tarde del jueves, el primero de siete juegos ese día.
Ciertamente, el deporte quiere voltear la página tras un invierno en el que los dueños y peloteros libraron una feroz batalla sobre cómo repartirse los miles de millones de dólares que genera el béisbol profesional.
Por suerte, todo el tema legal ha quedado a un lado, y empieza la diversión más pura.
¿Qué podrá hacer más Shohei Ohtani tras un año sin precedentes de dominio en el montículo y en el plato?
¿Bastará todo el caudal de millones de dólares invertido por el dueño de los Mets Steve Cohen para conseguir un campeonato en Queens?
¿Habrá alguien capaz de domar a los Dodgers tras haber adquirido a Freeman? Llegó la hora de averiguarlo.
Previo al primer lanzamiento el jueves, esto es lo que se necesita saber:
LOS NUEVOS
El inusual receso de invierno partió en dos segmentos la actividad de firmas, con una primera oleada de adquisiciones previo al paro patronal de 99 días que empezó el 1 de diciembre, seguido por una apurada carrera para redondear los rosters cuando la prohibición se levantó el 10 de marzo.
Los Rangers fueron los grandes ganadores de la primera parte. Texas fichó a Corey Seager y Marcus Semien por un monto combinado de 500 millones de dólares, solidificado el medio de su cuadro interior.
Esos acuerdos fueron parte de un día en el que se comprometió una cifra récord de 1.400 millones de dólares en agentes libres justo antes del paro.
Robbie Ray, flamante ganador del Cy Young, dejó Toronto para irse a Seattle y los Azulejos lo reemplazaron con Kevin Gausman de los Gigantes.
Los Tigres incorporaron al torpedero puertorriqueño Javier Báez y al abridor venezolano Eduardo Rodríguez. Hasta los Marlins se metieron en el baile, pagando 53 millones por el venezolano Avisal García.
El veterano as Max Scherzer también firmó temprano y se unió a Cohen y los Mets con un acuerdo de tres años y 130 millones de dólares. Posteriormente, puso su atención en la batalla laboral como una de las voces principales de los jugadores.
Ahora está de vuelta en su trabajo diario — algo bueno para Nueva York debido a que Jacob deGrom, dos veces ganador del Cy Young, iniciará el año en la lista de lesionados. Cuando se reabrió el mercado en marzo, la atención apuntó a Freeman y los Bravos.
El gerente general de Atlanta Alex Anthopoulos disipó cualquier esperanza de reconciliación al adquirir al toletero de Oakland Matt Olson y firmarlo por ocho años y 168 millones de dólares.
Freeman acabó con los Dodgers y firmó por seis años y 162 millones. Durante la conferencia de prensa de presentación, el primera base reconoció que siempre creyó que completaría su carrera con los Bravos.
Los Mellizos de Minnesota sorprendieron con un fichaje de impacto después del paro patronal al adquirir por tres años y 105,3 millones de dólares a Carlos Correa, ex campocorto de los Astros. Su estadía podría ser corta, pues el puertorriqueño podrá salirse del contrato en cada una de las primeras dos campañas.
Pero Correa prometió contribuir en generar “una cultura de campeón” a los Mellizos, que han perdido 18 encuentros consecutivos de postemporada desde 2004.
Otros cambios notables:
Clayton Kershaw regresó a los Dodgers, los Gigantes sumaron al zurdo Carlos Rodón y los Rockies contrataron a Kris Bryant. Otra novedad en el Oeste de la Liga Nacional es que Bob Melvin es el nuevo mánager de los Padres de San Diego, tras 11 años en Oakland, para liderar a Fernando Tatis Jr. y compañía.
CAMBIO DE REGLAS
El nuevo contrato colectivo de las Grandes Ligas trajo consigo varios cambios que los aficionados notarán rápidamente. Lo más notable: el bateador designado será adoptado a tiempo completo por la Liga Nacional.
Expandieron la postemporada de 10 a 12 equipos y los dos mejores equipos de cada liga tendrán una semana de descanso. Se tendrá una ronda de comodines, al mejor de tres juegos, para reemplazar el viejo formato de un partido.
Los corredores automáticos en los extra innings se mantendrán por una temporada más debido a la preocupación por la salud de los jugadores en una temporada condensada de 162 juegos. La regla coloca automáticamente un pelotero en la segunda base para cada equipo al inicio de cada entrada después de la novena.
Un cambio que podría agradar a los aficionados: los umpires tendrán micrófonos y tendrán que explicar las decisiones tras revisar el video. Un cambio que podría no gustarle a los aficionados: la liga ahora tiene derecho a colocar parches de publicidad en los uniformes de los equipos.
NUEVO NOMBRE
Cleveland comenzará a utilizar un nuevo nombre y logotipo esta temporada, transformándose en Guardians, después de años de controversia debido a nombre, que era considerado ofensivos por muchos.
Disputarán su primer encuentro oficial como los Guardians el jueves, cuando Shane Bieber posiblemente subirá al montículo ante Kansas City. Su primer juego en casa será el 15 de abril ante San Francisco.
UNA VEZ MÁS
Los Cardenales reunieron al dominicano Albert Pujols con el puertorriqueño Yadier Molina y Adam Wainwright en el que podría ser el adiós para el trío que ganó la Serie Mundial en 2006 con San Luis. Tanto Molina como Pujols adelantaron que jugarán su última temporada.
Wainwright insinuó que también podría retirarse tras 2022. Después de una década con los dos equipos de Los Ángeles, Pujols, de 42 años, regresó a San Luis al firmar por una campaña y 2,5 millones de dólares.