
SANTO DOMINGO.-Pese a las mejoras que se han hecho y se siguen implementando en los Paseo de la Lectura y de la “Música” en la calle Caracas con Duarte, el parque Enriquillo que también fue remozado hace 15 años no deja de ser un refugio de prostitutas, “piperos” y delincuentes fortuitos.
El emblemático lugar que lleva el nombre del taíno que se alzó en rebelión contra las autoridades de la isla Española, convirtiéndose en cacique no logra convertirse en un entorno propicio para la sana recreación y la cultura.
La denuncia afloró por parte de un comerciante de la Duarte, preocupado y que pidió reservas de su nombre.
En un recorrido de reporteros de EL DÍA que inspeccionaban los trabajos de remozamiento que realiza el Ayuntamiento del Distrito Nacional en el Paseo de la Lectura y de la “Música”, que registran un avance de más de un 70 por ciento.
Allí en ambos extremos de la vía, que aloja a más de 120 buhoneros estos se mantienen a la expectativa de que concluyan las nuevas casetas, que les construye la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.
Califican de confortables los nuevos módulos y más seguras para albergar sus mercancías sin necesidad de usar lonas para proteger de la lluvia los libros y misceláneas que ofrecen al público.
