Los paseos mejoran la imagen del lugar, aunque hay quienes afirman que el proyecto obstaculiza el tráfico. Aduanny Nuñez
SANTO DOMINGO.-Pese a las mejoras que se han hecho y se siguen implementando en los Paseo de la Lectura y de la “Música” en la calle Caracas con Duarte, el parque Enriquillo que también fue remozado hace 15 años no deja de ser un refugio de prostitutas, “piperos” y delincuentes fortuitos.
El emblemático lugar que lleva el nombre del taíno que se alzó en rebelión contra las autoridades de la isla Española, convirtiéndose en cacique no logra convertirse en un entorno propicio para la sana recreación y la cultura.
La denuncia afloró por parte de un comerciante de la Duarte, preocupado y que pidió reservas de su nombre.
En un recorrido de reporteros de EL DÍA que inspeccionaban los trabajos de remozamiento que realiza el Ayuntamiento del Distrito Nacional en el Paseo de la Lectura y de la “Música”, que registran un avance de más de un 70 por ciento.
Allí en ambos extremos de la vía, que aloja a más de 120 buhoneros estos se mantienen a la expectativa de que concluyan las nuevas casetas, que les construye la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía.
Califican de confortables los nuevos módulos y más seguras para albergar sus mercancías sin necesidad de usar lonas para proteger de la lluvia los libros y misceláneas que ofrecen al público.
Desde ya, algunos buhoneros se han ido reubicando en los módulos, similares a los de la avenida París, esquina Duarte, donde los libreros cuentan con estantería , parasoles y puertas metálicas enrollables que les garantiza más seguridad.
Tecnología cambia venta
En el caso del Paseo de la “Música”, apenas le queda el nombre ya que varió el concepto y tipo de mercancías que allí se ofrecen, la mayoría venden accesorios, ropas, extensiones de cabellos postizos.
El Paseo de la Música está compuesto por 54 módulos, y de estos terminaron 22 y el resto será concluido en la segunda fase del proceso para el cual establecieron 45 días para supuestamente reinaugurar, según explicó Jhovanny Rosario, representante de ese tramo. Adelantó que aunque se sienten mejor por la organización, están más constreñidos en cuanto a los espacios.
“A esto se le puso el Paseo de la Música cuando se inauguró en 2009, pero la tecnología cambio todo, antes la mayoría de los negocios eran de DVD, pero los CV casi desapareció y vendemos algunos instrumentos musicales típicos, ropas, gorras y otros accesorios”, detalló Rosario, quien deploró que la obra no incluye baños. Eso los obliga a hacer sus necesidades en paradas de guaguas y negocios cercanos.
Manejo parque
Al margen de esas mejoras, el comerciante preocupado por ese entorno pidió que el parque pase a ser manejado por un patronato dirigido por la Asociación del Paseo del Libro.
Sugiere que ese pulmón de la avenida pase a ser un boulevard para la lectura.
“Que haya seguridad, higiene y contralar un problema que persiste como es la prostitución infantil y de adultas, los “piperos” y ladrones fortuitos, además de actividades de iglesias sin rigor”, añadió el empresario.
Contaminación
— Baños
Ante la ausencia de baños públicos, vendedores y en ocasiones clientes desaprensivos usan los alrededores de orinaderos. Esa falencia convierte el entorno en foco de contaminación, que afecta la salud de quienes hacen vida allí.