Gabriel anotó el gol de la victoria a los 96 minutos y el Arsenal remontó para asegurar una dramática victoria 2-1 ante Newcastle el domingo en la Liga Premier y reducir la diferencia con el líder Liverpool.
El defensa saltó para cabecear un córner en el tiempo añadido que llevó al equipo de Mikel Arteta al segundo lugar en la clasificación y a dos puntos del campeón defensor, el Liverpool.
El entrenador del Arsenal, Mikel Arteta, lo describió como una victoria “declarativa”.
“Hay oportunidades, hay momentos en la temporada en que tienes que encontrar la manera de ganar”, dijo.
La victoria permitió al Arsenal aprovechar al máximo la primera derrota del Liverpool de la temporada tras la derrota por 2-1 del club de Merseyside ante el Crystal Palace el sábado. Ese partido también se decidió con un gol en el tiempo añadido del exdelantero del Arsenal, Eddie Nketiah.
Un día después, fue el turno del Arsenal de hacer una jugada final después de ir perdiendo durante gran parte del partido, tras el gol de Nick Woltemade en el minuto 34.
Mikel Merino empató el partido con un cabezazo en el 84 y Gabriel selló los tres puntos ya en el tiempo añadido.
Anteriormente, Aston Villa ganó por primera vez en la liga esta temporada con una victoria por 3-1 contra Fulham.
Más drama tardío
Por segunda semana consecutiva, el Arsenal necesitó un rescate de último momento.
Un gol de Gabriel Martinelli en el minuto 93 salvó el empate 1-1 contra el Manchester City la semana pasada. Y el gol de Merino —un cabezazo rozando la portería— parecía salvar otro punto.
Aun así, el Arsenal habría tenido la sensación de haber perdido una oportunidad tras la derrota del Liverpool ante el Palace. Sin embargo, la frustración se transformó en pura alegría cuando Gabriel remató de cabeza a corta distancia.
"Es increíble, tío, esos goles que ganan en el último momento. No hay nada mejor en el fútbol. Sin palabras", dijo el delantero del Arsenal, Bukayo Saka.
Gabriel se arrodilló al sonar el pitido final y, con los puños apretados, rugió de alegría. Él y sus compañeros conocían la importancia potencial de la victoria, que presiona a un Liverpool que ha necesitado una serie de goles en los últimos minutos para no perder puntos esta temporada. Uno de ellos llegó contra el Newcastle en agosto, cuando Rio Ngumoha marcó en el minuto 10 del tiempo añadido para asegurar una victoria por 3-2.
Fue un caso en el que la historia se repitió para Newcastle, pero el Arsenal pudo señalar varias ocasiones en las que la suerte, el VAR o la brillantez del portero Nick Pope le negaron el gol.
Los visitantes recibieron un penalti en la primera parte cuando Pope derribó a Viktor Gyokeres dentro del área. Sin embargo, tras la revisión del VAR, el árbitro Jarred Gillett revocó la decisión, considerando que Pope tocó el balón primero, aunque derribó a Gyokeres después.
Leandro Trossard estrelló el balón en el poste poco después, mientras que Pope también bloqueó dos remates a portería de Eberechi Eze y otro de Jurrien Timber.
“Merecimos plenamente la victoria, por cómo jugamos, por cómo nos desempeñamos, por cómo competimos, por las ocasiones que generamos. Lo hicimos de forma dramática al final, pero estoy muy contento y orgulloso del equipo”, dijo Arteta.
