Renaldo Bodden
Hay deportes que exigen poco y aportan mucho al medallero nacional, por ejemplo: el karate.
En los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 lograron cinco medallas, dos de oro y tres de plata, de siete atletas que pelearon el metal dorado, ocupando el segundo puesto, sólo por debajo del anfitrión México.
En Veracruz 2014, en los Centroamericanos, fue el máximo ganador de medallas de la delegación dominicana: seis de oro, tres de plata y una de bronce, y campeón de la disciplina. Sólo el voleibol, entre los deportes de conjunto, capturó oro en sus únicas dos opciones.
A Toronto 2015, dentro de un par de meses, el karate clasificó nueve atletas, que incluye cuatro medallistas de Guadalajara: Dionisio Gustavo y Ana Villanueva (oro), Karina Díaz y Norberto Sosa (plata).
También asistirán los medallistas de Veracruz: Deivi Ferreras, Carmen Harrigan y Anel Castillo (oro) y Leidy León (plata), lo que hace pensar que otra vez vendrán cargados.
En mi conversación con José Luis Ramírez, presidente de la Federación, percibí poco optimismo, porque sólo tienen asignado 23,170 dólares para la preparación y el fogueo de los karatecas. ¡Súbanle algo!
