El amor de pareja es un compromiso que requiere de la voluntad de ambos miembros para mantener esa relación.
Existen diferentes tipos de amor. En las parejas prima el modelo del amor romántico, en el cual se espera satisfacción de parte del otro.
La mayoría basan este amor romántico en algunos mitos, “el amor lo puede todo, los celos son una prueba de amor, todo es posible cuando se está enamorado”.
La realidad es qué los primeros tiempos de enamoramiento no percibimos claramente la realidad y esto nos lleva a ignorar algunas características de la otra persona y creencias de mitos que al pasar el tiempo vemos eran muy importantes para mantener una relación estable.
Lógicamente queremos que la persona escogida encaje en nuestros esquemas y cuando esto no sucede, la frustración y el desencanto o desilusión nos arropa tanto que llegamos a pensar que no podemos ser felices a su lado.
Cada cual es dueño de su destino y de su felicidad. En cuanto a la relación de pareja no se puede esperar que el otro te haga feliz y menos que tú hagas feliz al otro.
Cada miembro de la pareja debe crecer como persona para que pueda crecer la pareja. Si uno de los dos crece y el otro no, es posible que la relación funcione mal y que no puedan hacerse los ajustes necesarios para su mantenimiento.
El amor es sólo uno de los aspectos necesarios para la construcción de una pareja sana.