“El amor jamás se detiene en lo que no tiene flores, o que las tiene ya marchitas, ya sea un cuerpo o un alma o cualquiera otra cosa; pero donde encuentra flores o perfumes, allí fija su morada”, dijo el filósofo griego Platón.
El amor es una especie de bella flor que requiere ser regada y cuidada cada momento en nuestros corazones.
El poeta bengalí Rabindranath Tagore lo razonó de la siguiente manera: “¿Por qué se marchitó la flor? Se marchitó la flor porque la abracé a mi corazón…”.