De manera muy general podemos definir el ámbito económico como el conjunto de actividades económicas y las relaciones que se derivan de ellas.
Entender el actual ámbito económico del país es una tarea fundamental para empresarios poder planificar sus diferentes actividades, así como también para el común de ciudadanos y el manejo de sus finanzas personales.
En la actualidad la República Dominicana se desenvuelve en una relativa estabilidad económica, más aún si su comportamiento es comparado con muchos otros países del Continente.
Tenemos una tasa de cambio en relación con el dólar norteamericano que fluctúa entre el 54 y 56 por dólar, una tasa de inflación muy influida por factores exógenos que se mantiene por debajo de dos dígitos y tasas de interés, aunque consideradas altas, están acorde con el crecimiento económico y demás factores macroeconómicos del país.
La gran debilidad hasta la fecha ha sido la situación fiscal del Estado, donde sus ingresos corrientes provenientes de impuestos no son lo suficiente como para cubrir el presupuesto general de la nación.
La constante posposición de una necesaria reforma fiscal que permita una relación más directa y sostenible entre ingresos y gastos ha provocado que el país aumente cada vez más su deuda pública absoluta, aunque la misma parecería bajo control cuando se relaciona con el producto interno bruto, o sea, el todo de la economía.
Las grandes interrogantes se pueden ir resumiendo en el tema del empleo, la informalidad y los niveles de ingresos de los trabajadores, formales e informales.
Preocupa el cada vez más importante segmento informal de la economía, así como los cientos de miles de jóvenes que ni trabajan ni estudian, los denominados “nini”. Otra preocupación es la relación de dichos ingresos con el índice de precios (inflación).
Por ello es esencial seguir realizando esfuerzos por ir reduciendo los niveles inflacionarios e ir aumentando el nivel básico de salarios.
Si en la próxima campaña electoral ya cuasi iniciada se presentan planes concretos y viables para enfrentar estos retos, podríamos augurar un crecimiento sano y sostenido de la economía nacional. Si por el contario la clase política sigue eludiendo estas debilidades, el futuro ámbito económico de estabilidad podría verse afectado negativamente.