El escritor y periodista francés Henri Barbusse llamó la atención en torno a que “creer porque se tiene interés, es una prostitución del alma”.
Desde lo filosófico, se considera que el alma es la parte inmaterial del ser humano capaz de sentir y pensar y que, con el cuerpo, constituye la esencia humana.
Si la filosofía tiene razón en eso, entonces no existen razones para la prostitución de algo que representa la esencia humana.