Hugo López Morrobel
El Albergue Olímpico fue una de las peticiones más reclamadas por el deporte nacional durante casi dos décadas.
La falta del mismo constituía, según sus defensores, “un golpe” para el despegue de esa actividad en todos los niveles.
Esta es solo una muestra de las cosas increíbles que ocurren en este país, donde hay que cuidarse al igual, o más, de los policías que de los atracadores.
Tras su inauguración en junio del pasado año, acto encabezado por el presidente Danilo Medina, esta obra solo ha sido utilizada por cuatro o cinco días por ciclistas que compitieron en febrero pasado en la Vuelta Independencia Nacional.
Todavía se está en proceso de construir otras obras, (una piscina y una pista de atletismo), lo que hará más costoso el mantenimiento, cuyo monto todavía no ha sido definido, pero que debe salir “por un ojo y la mitad del otro”.
Según mi humilde criterio, estas dos instalaciones son un gasto innecesario, teniendo en cuenta que el Albergue está a menos de un kilómetro del Centro Olímpico, que cuenta con piscina y pista.
El Albergue creó tantas expectativas que Luisín Mejía, presidente del Comité Olímpico, anunció que sería “alquilado” para que atletas de otros países se hospedaran, al considerar que estaba por encima de los estándares existentes en otras naciones del área de Centroamérica y el Caribe.
Es la esperanza de todos que este Albergue, cuya construcción inició en el gobierno de Joaquín Balaguer, no caiga en el estatus de “elefante blanco”.
El costo de construcción, equipamiento y mantenimiento no es “pajita de coco” en lo económico, por lo que se debe velar porque funcione adecuadamente.
El país está harto del dispendio de sus recursos, y los deportes no deben caer en esa calificación.
RADARES.- Gary Sánchez, se ha convertido en una figura importante en los Yanquis desde su buena actuación la pasada temporada, pero hablar de él como “la cara” del equipo es adelantarse por mucho a los acontecimientos. Ojalá que lo llegue a ser, pero es muy temprano para compararlo con el capitán Derek Jeter, en liderazgo y carisma.
