Las mujeres tienen un uso equitativo con los hombres con las tarjetas de crédito.
Santo Domingo .-La cantidad de mujeres que acceden a créditos formales en el país va en aumento, sin embargo, se observa que estas mantienen una baja participación como acreedoras y poseen una deuda promedio menor en comparación con los hombres.
Así lo indica el informe “Hacia un sistema financiero inclusivo y sostenible”, publicado recientemente por la Superintendencia de Bancos, donde se establece que hasta diciembre del 2022, la cantidad total de deudores físicos registrados en el sistema era de 2,129,977, del cual el 49 % corresponden a mujeres y el 51 % a hombres.
“La participación femenina como deudor continúa siendo menor que la masculina al registrar 67 pesos por cada 100 pesos adeudados por los hombres. Esta proporción revela una diferencia significativa en la cantidad de deuda promedio entre ambos géneros”, explica el documento.
Distribución de deuda
En cuanto a la distribución de la deuda según el tipo de crédito y el género, destaca que las mujeres tienen una mayor presencia en créditos hipotecarios, microcréditos, y préstamos de consumo.
Mientras resalta que los hombres tienen una proporción significativamente alta en los créditos comerciales, a diferencia de las mujeres que presentan un notable atraso.
En lo que respecta a las tarjetas de crédito, el análisis revela que ambos sexos tienen un uso equitativo.
Además, el informe establece que en cuanto a la actividad en el sistema financiero sobre las deudoras y deudores, se observa un ligero incremento volviendo a los niveles del año 2019, así como una tendencia al cierre de la brecha de género.
Asimismo, detalla que las mujeres en el referido año (2019) mostraban un 24.7 % y los hombres 28.5 %, en tanto en el 2022 el sexo femenino exhibía un 25.3 % y el masculino un 28.9 %.
Evaluación de crédito
— Bajo riesgo
La evaluación crediticia revela que, en cuanto al riesgo regulatorio, las mujeres exhiben un riesgo aún más bajo, con un 97 por ciento de probabilidad de tener un menor riesgo regulatorio y sólo un 3 por ciento de probabilidad de presentar un mayor riesgo.
