24,636 empresas del sector téxtil, calzados,, panaderías y gráficos figuran entre los más afectados tras la reinversión economía.
SANTO DOMINGO.-Con mercancías paralizadas en los almacenes desde el mes de marzo del pasado año, el pequeño empresario de la industria gráfica Euri Andújar teme terminar en la quiebra.
Cuenta que sus operaciones estaban dirigidas en un 70% a la “industria sin chimenea”, pero tras el cierre de varios hoteles durante el pasado año se han reducido sus operaciones en más de 40%.
Sostiene que en situación similar se encuentran más de 5,000 empresarios del sector pymes que laboran en la industria gráfica.
“La baja en el consumo se refleja en las impresiones de facturas de empaques y otros”, lamentó Andújar.
La situación más crítica la pasan unas 636 empresas suplidoras del Estado en el área de educación, las cuales tras la modalidad virtual no han podido ser beneficiadas de licitaciones, ya que la impresión de libretas están destinadas a grandes empresas, apuntó Andújar.
Similar dificultad pasan los pequeños y medianos empresarios del sector textil, calzado y panaderías, de los cuales ya han cerrado unas 30 mil empresas, con un saldo de más de 1,500 trabajadores cancelados y deudas acumuladas.
“Dicho sector está operando a su mínima capacidad, y más aún con la paralización de casi el 100% de los contratos de las empresas suplidoras del Estado”, lamentó Luis Miura, presidente de la Confederación Dominicana de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas.
“Eso significa que el 98% del tejido empresarial está operando limitado”, apuntó Miura, al señalar que cuando se reactive ese sector la economía presentará un mayor dinamismo.
Otros afectados
En el caso de las panaderías, empresas que vendían al Estado más de 700 millones de pesos mensuales al ganar licitaciones para el año escolar 2020, han tenido que cerrar sus operaciones por falta de recursos.
De hecho, ya en la industria de la harina hay unas 276 panaderías cerradas, de las cuales 135 empresas eran suplidoras del Estado, indicó Aron David Disney, presidente de la Unión de Medianos y Pequeños Industriales de la Harina.
Pero eso no es todo, las ventas de las pequeñas empresas que siguen operando están por debajo del 50%.
Previo a marzo de 2020, esa industria vendía cerca de 800 millones, pero se redujo a menos de 250 millones.
“Dicha caída ha estado incidida por las restricciones del toque de queda y la baja de las ventas del pan para “chimi”, porque el comercio nocturno representaba más del 50% de las ventas”, precisó el empresario.
“Estamos a punto de la quiebra, ya hemos cancelado más de 50% de los empleados”, lamentó Disney, al llamar a las autoridades gubernamentales a sentarse a buscar alternativas para evitar el cierre total.
Similar pesar sufren más de 30 mil empresas del sector textil que han tenido que cerrar sus puertas por la crisis económica.
De esa cantidad, unas 2,700 empresas se han quedado con pantalones y poloshirt paralizadas, ya que las empresas que habían ganado licitaciones y aún estaban sin recibir desembolsos por parte del Instituto Nacional de Bienestar Magisterial decidieron iniciar la producción previo al inicio del año escolar para estar a tiempo con la entrega.
En ese sentido, la Federación Dominicana de Empresas Textiles propuso al Gobierno desarrollar un plan de compra a las pymes para el sector salud, a fin de que esa medida permita la reactivación más rápida de las pymes.
Fernando Pinales, presidente de ese gremio, manifestó que el sector pasa por una difícil situación por la que unas 30 mil empresas han tenido que cerrar. Destacó que igual pesar pasan las 50 empresas suplidoras del sector calzado, que también se han quedado con mercancías paradas.
Propuesta mejora
La Confederación Dominicana de las Micros, Pequeñas y Medianas Empresas han propuesto al Gobierno la activación de Plan de Compra a las Pymes Nacionales, de manera que se convierta en un motor para la reactivación económica, y evitar la perdida de más empleos de los 30 mil empleos que generaban previo a la crisis.
Por otro lado, propusieron una escalada de horario para el cierre de los negocios según sus prioridad de manera que los sectores económicos permanezcan abiertos hasta la 7 de la noche de forma que esto evite aglomeración en el transporte público y congestión en las vías a fin de reducir costos tanto a trabajadores como empleadores.