Santo Domingo.-El 56 % de los feminicidios ocurridos en el país durante el año 2016 fueron ejecutados por hombres que superaban y, en algunos casos, duplicaban la edad de sus víctimas, reveló un estudio del Observatorio Político Dominicano que fue divulgado ayer.

Una de esas víctimas fue la joven Arielis González, de 23 años de edad, a quien su expareja Reinaldo Ureña, de 37 años, la asesinó de un disparo en la cabeza por negarse a retornar a una relación sentimental con su verdugo.

El hecho ocurrió en enero de 2016 en San Cristóbal, año en que según los datos del Observatorio en el país se registraron 111 feminicidios.

Los elementos arrojados por las estadísticas llevaron a los responsables del estudio a la conclusión de que “mientras mayor es la diferencia de edad entre la víctima y el víctimario se incrementa el riesgo de padecer algún tipo de violencia, y que esta culmine en feminicidio”.

Así mismo, el periodo estudiado, que comprende desde enero de 2016 hasta diciembre de ese mismo año, arrojó que solo en el 2 % de los casos los feminicidas eran de la misma edad de sus víctimas, en el 25 % el agresor era más joven, mientras que en un porcentaje que también supera el 20 % no se encontraron datos sobre las edades.

Así mismo, la mayoría de las víctimas ocurridas durante 2016 tenían edades entre los 17 y los 36 años de edad.

“El 24 % de las víctimas era ama de casa y no realizaba ningún tipo de trabajo remunerado”, manifestó Flor Batista, autora del estudio que fue auspiciado por la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode).

Armas de fuego

Las armas de fuego, entre ellas las ilegales, fue el principal medio usado por los victimarios para ultimar a su parejas o ex parejas en el periodo estudiado.

Con estos artefactos se ejecutó el 37 % de los feminicidios del pasado año, seguido muy de cerca con las armas blanca, con un 35 %, mientras que por estrangulamiento o asfixia y otros métodos ocurrió el 23 %.

9% feminicidas fueron por miembros de cuerpos castrenses.

Huérfanos es el drama en crecimiento

A parte de la muerte de la víctima, los feminicidios dejan una secuela imborrable en los hijos, que quedan sin una madre o sin su padre.

Según el estudio del Observatorio, 144 hijos quedaron sin la madre en 2016, mientras que 91 sin el padre.
Tras matar a sus parejas o exparejas, el 23 % de los feminicidas se suicidó.

“Esta estadística tumba la teoría de que con aumento de penas se resolverá el problema, cuando lo que se necesita es mayor educación”, indicó Flor Batista.

Otro dato preocupante es que solo 15 de los feminicidas en 2016 tenían órdenes de alejamiento.