Dada la situación por la que esta atravesando la República Dominicana y en la cual se han elaborado y lanzados programas y proyectos para disminuir el flagelo de la violencia y la seguridad de la ciudadanía, creo que el 2017 debería ser declarado año de la resolución de conflictos y la mediación; para promover la convivencia y la paz como cultura de dialogo.
En varias ocasiones he dirigido sugerencias al presidente de la República para que fomente a través de sus diferentes ministerios y sus respectivas dependencias, el uso de estos medios pacíficos con el objeto de crear una cultura de tolerancia y armonía en la sociedad dominicana.
Desde un rol de experto en resolución de conflictos y la mediación (Rac), es una oportunidad de la primera magistratura, brindarle a la población facilidades para enfrentar la conflictividad familiar, vecinal, de condóminos u otras; de manera creativa y participativa desde sus propios actores.
La resolución de conflictos consta de diferentes métodos para resolver conflictos entre las personas, instituciones, empresas, campesinos, estudiantes, profesionales u otros; siempre que las mismas estén enteradas e interesadas en promover otros mecanismos para disolver la ola de violencia y criminalidad.
Dentro de estos se encuentran: la mediación, conciliación, negociación, arbitraje, mini-juicios, alquiler de un juez u otros; que podrían ser socializados dentro y fuera de las entidades que existen para enfrentar la criminalidad y a la vez promover la cultura de paz con la cual podríamos ser mejores personas.
Es por esta razón que planteamos la necesidad que el 2017 sea declarado desde la Presidencia de la República como Año de la Resolución de Conflictos y la Mediación y les aseguro que podríamos contar con un 2018 próspero y felicidad; pero todo depende de la persona que toma la decisión: el presidente.
Le reitero, el 2017 año de la resolución de conflictos y mediación.