Todo proyecto de nación debería construirse desde una perspectiva tecnológica. Algunos pueden decir que asumo una posición radical al fijar dicha posición.
Sin embargo, desde el punto de vista estratégico, sería la decisión más acertada, ya que como nación debemos aprovechar las situación social, económica y tecnológica que impera en el mundo actual.
En República Dominicana tenemos, por ley, una Estrategia Nacional de Desarrollo. Me consta que aborda de una manera transversal el tema de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). Nuestra propuesta es que dejemos de pensar en las TIC como un elemento común para todas las áreas y la definamos como el componente más estratégico de nuestro proyecto país.
Nuestra nación ofrece al mundo hermosas playas, productos agroindustriales de gran calidad y personas acogedoras a los que nos encanta servir. Sin embargo, para mantenernos competitivos, debemos escoger un elemento diferenciador que nos mantenga en la ruta del progreso, la innovación y la creatividad. Creemos firmemente que el desarrollo de las tecnologías digitales en materia de talento, educación, infraestructura y emprendimiento deben ser una prioridad nacional.
RD cuenta con una Agenda Digital 2030. Luego de un proceso técnico de consulta, se elaboró un documento y una lista de proyectos que buscan continuar con la agenda nacional de transformación digital. Entendemos que, desde ese marco estratégico, debemos partir sobre una toma de conciencia nacional de la importancia de los derechos digitales, entendidos como una expresión digital de los derechos fundamentales.
Por ejemplo, nuestra Constitución y las leyes deben consagrar el acceso a internet de calidad como un derecho fundamental para que el Estado pueda garantizar su ejercicio pleno. Empecemos con valorar los derechos digitales y asegurar que hay un conjunto de políticas públicas, planes institucionales y proyectos de acción que garanticen su ejercicio pleno por parte de todos los ciudadanos. Luchemos juntos por una verdadera nación digital.