Porque…Olvidar, no siempre es malo, por ej:…
Como olvidar al Perínclito.
Por: Rafael R. Ramírez Ferreira.
Tengo cierto espiritillo fantástico
Aquí dentro, que a grandes cosas
Me lleva.
Miguel de Cervantes.-
Se debe hacer siempre uso del derecho que le asiste a todos los habitantes de este país, sobre que decir o pensar, siempre y cuando ese decir, ese pensar, no atente contra los derechos, incluyendo la bonhomía de las demás personas. Ser honestos aunque les duela a muchos y más si son funcionarios transitorios, dentro de un gobierno que por igual lo es.
Decir su verdad a pesar de que todo el mundo la conozca pero permanezca mutis ante la misma y mucho más, cuando es emitida para engañar a unos cuantos que ni cuenta se dan del engaño, por carecer de la capacidad para darse cuenta y hasta llegan a ser “solidarios” con descaradas acciones para las cuales solo son peones, sin más valor que su voto.
Vivir en democracia no es tan fácil como muchos piensan. Vivir en democracia es una continua vigilia para que los ostentadores del poder no se aloquen con el mismo.
Es ver y comprender cuando los llamados a ejercer el monopolio de la violencia son los primeros que la ejercen en todas y cada una de sus manifestaciones, pero, en contra de quienes están supuestos a defender. Por igual, es reconocer cuando estos mismos hacedores de ilusiones realizan un buen trabajo, por igual, cuando lo hacen mal.
Es estar conscientes de que el sistema ha decrecido hasta en las organizaciones políticas, cuyos miembros establecen una real dictadura dentro de los comités y la dirección de las mismas, lo cual nos lleva a preguntar… ¿si lo hacen a lo interno, por qué razón no lo la van a llevar a cabo cuando son gobierno? ¿Cómo ahora? ¡Podría ser!
Pretendemos tener democracia porque cada determinado tiempo hacemos “elecciones” para elegir los que llevaran a cabo la misma y decimos, con cierto tonto orgullo, que a partir de la toma de posesión gozamos de una nueva etapa de democracia, pero, nueva de qué, sí, pueden ser caras semi-nuevas pero, con las mismas mañas de los viejos. La realidad es que estamos como una noria, girando en el mismo lugar y profundizando las debilidades del denominado Estado Democrático.
Vivimos financiando “legalmente” a los partidos políticos y los ventorrillos que han parido como si fueran conejos, con cientos de miles de millones de pesos con los cuales se hubieran ya cubierto infinidad de deficiencias sanitarias y de seguridad pero, continuamos en lo mismo, porque son “ellos” quienes elaboran las leyes que los protegen y los “blindan”. Esa es una de las tantas realidades de nuestra mal llamada Democracia.
Por otra parte, ¿Cuándo la Junta Central Electoral (JCE) aprueba una entelequia como partido, justificando la misma en “investigaciones” que ni ellos mismos se las creen, no están incentivando lo que supuestamente solo la nueva ley electoral permitiría, cuando desde siempre han existido? Y ¿si la JCE, sumara todos los supuestos o reales miembros de esas entelequias políticas, o negocios particulares de “lideres” rebeldes con la política llevada a cabo por su partido pero, que a la postre terminan “apoyando”, más la de los miembros de los partidos “madres”, cómo cerraría esa suma con relación a la cantidad de votantes? Me parece, solo me parece, que hasta los imberbes tendrían que votar para poder cuadrar el total de votantes y aun así, la cuenta no cuadraría. Por demás, si esas entelequias salen de un partido mayoritario y, luego la misma se alía para las elecciones al mismo partido… ¿son o no los mismos miembros?
¿Entonces, donde estriba la cuestión, si hacer que los políticos y por ende los partidos cambien su proceder y dejar el engaño, o aspirar a que una nueva claque se instale y venga a llevar a cabo todas las malas mañas que hasta ahora han hecho los actuales? En realidad, no lo sé. ¡Sí señor!