“Efecto espectador”, influencia que permea sociedad y deja“sabor amargo”

“Efecto espectador”, influencia que permea sociedad y deja“sabor amargo”

“Efecto espectador”, influencia que permea sociedad y deja“sabor amargo”

Karen Ricardo

SANTO DOMINGO.-Tras salir del aturdimiento, difusamente vi a mi esposo extender sus brazos y clamar a la multitud que miraba, “no dejen morir a mi familia”. A lo lejos escuché a mi hija de 14 años gritar: “por favor no nos graben, ayúdennos”.

Ese fue parte del pavoroso episodio que vivió la diputada Karen Ricardo el pasado dos de febrero, luego de sufrir un accidente de tránsito junto a su esposo, sus dos hijos y la nana de estos, al regresar a la ciudad tras concluir un evento social en Monte Plata.

Estiben Javier  pedía le ayudaran mientras lo filmaban.  E. TAPIA

Estiben Javier pedía le ayudaran mientras lo filmaban. E. TAPIA

El vehículo en el que viajaba la familia dio varias vueltas sobre el pavimento, tras chocar con otro auto, impacto que casi provocó la muerte de su hijo de cinco años al rompérsele tres costillas que le perforaron el pulmón.

Ricardo narró que su esposo se esforzaba por sacarla del vehículo, pues estaba perdiendo mucha sangre por una fractura en la mano derecha. También se percató que su hijo palidecía y estaba inconsciente.

Ahí fue cuando su hija reaccionó pidiendo ayuda a la multitud que miraba y no descendía a ayudarle. “Recuerdo que una guagua de transporte público se detuvo, pero la gente solo observaba, otros grababan con celular como reportando el hecho, pero nadie se acercó a preguntarnos si necesitábamos algo”, dijo la diputada.

Esto consternó a su hija, ya que veía la indiferencia de la gente, mientras estaban atascados en el vehículo intentando salir.

Se enteró por internet

Con palabras entrecortadas, Karen contó a EL DÍA que antes de llegar al hospital los periodistas y otros curiosos, con sus cámaras encendidas, arribaron primero que ella al Darío Contreras, ya que sin darse cuenta el video del suceso se había hecho viral.

“Mi teléfono no paraba de sonar, pues toda mi familia, amistades y allegados me llamaban para confirmar si éramos nosotros los del video, pero yo no sabía que ya estaba circulando uno en las redes”, indicó a El DÍA.
Detalló que su hermana y su madre se enteraron porque alguien lo vio y les informó.

Relató que al llegar al hospital su hija casi entró en pánico al ver de nuevo que la gente en el centro se acercaba con intensión de captarlos en cámara.

“Estuvo a punto de darle una crisis porque no paraba de repetir, no nos graben”, dijo.

Ricardo afirmó que sus hijos aun reciben tratamiento psicológico por todos esos eventos. Sin embargo, manifestó que no puede quejarse, porque aunque mucha gente fue indiferente otros, a los que nombró como sus ángeles, fueron solidarios.

Muertes por accidentes

Accidentes como el de Karen Ricardo dejan cada año más de 2,500 muertes en el país, lo que coloca a República Dominicana en el segundo lugar de los 182 pertenecientes a las Naciones Unidas, con una tasa de 41.7% de fallecimientos por accidentes de tránsito, solo superado por la isla Niue en el Pacífico, con 68.3 por ciento.

Muchos de esos casos se dan a conocer por los videos que hacen las personas influenciadas por el “Efecto espectador”, quienes lo suben a las redes sociales indiscriminadamente, vulnerando la intimidad y honra de los fallecidos y sus dolientes.

Para enfrentar ese fenómeno es necesario empezar con un cambio de mentalidad individual, a fin de que los espectadores logren identificar las emergencias que ocurren a su alrededor.

Grabó y no le ayudó

Otro que vivió la experiencia del “Efecto espectador” fue Estiben Javier de Jesús, un joven de 18 años, residente en el barrio Los Guaricanos, Villa Mella.

Cuenta que tras ser embestido por un carro quedó tendido en el suelo, con la pierna izquierda rota. Con una herida abierta y el hueso visible se retorcía del dolor a la vista indiferente de un joven que no hizo más nada que filmarlo con su celular.

Pese a que se conocían, no atendió a los llamados de auxilio de Javier, y cuando terminó de grabar se fue y posteriormente lo publicó en sus redes sociales.

“Después que el carro me chocó, inmediatamente comenzó a grabarme el pie fracturado y votando sangre, yo le insistí que le avisara a mi patrón que estaba cerca, pero él no hizo caso”, dijo el joven que trabaja como “delivery” de un colmado.

Nadie hizo nada

Quedamos atrapados en esa zanja y al salir vi una multitud que nos rodeó, dentro de ella escuché una voz que dijo “no hay muertos, vámonos”, esto me provocó gran indignación.

Así expresó Katia Alcántara, periodista de Súper Canal 33, quien vivió una situación similar cuando el vehículo se deslizó en la autopista y cayó en una zanja al momento en que se dirigían a cubrir un servicio cerca del parque nacional Los Haitises.

Detalló que por poco se ahogan dentro del vehículo lleno de agua y dijo que ninguno de los presentes se movió a ayudarles, sino que entre ellos mismos se socorrieron.

Protección

— Carta Magna
El artículo 44 de la Constitución reconoce el derecho al honor y la intimidad de las personas, y la violación de estos aspectos conlleva a resarcirlos o repararlos con multas económicas y hasta de cárcel.