Sindicalistas Edwin de la Cruz, Jacobo Ramos, Gabriel del Río, Rafael Pepe Abreu, junto a trabajadores del Central Romana , Prospero Juan y Miguelito Báez.
Santo Domingo.-Las centrales sindicales dominicanas coinciden en que las restricciones impuestas por parte de la Aduana de los Estados Unidos a la Central Romana es una presión al país frente a los controles migratorios que realiza el Gobierno.
De acuerdo a los gremialistas, resulta contraproducente que se tome esa medida saltando los pasos que establecen los acuerdos internacionales de comercios en esos casos.
Precisamente les resulta alarmante que sea justo a la espera de un informe laboral que realiza la Organización Internacional del Trabajo ( OIT) sobre una investigación solicitada por los sectores que agrupan el Consejo Consultivo de Trabajo (CCT) en el país a esa compañía, argumentaron Rafael (Pepe) Abreu de la Confederación de Unidad Sindical (CNUS); Gabriel del Río, representante Confederación Autónoma Sindical Clasistas (CASC); Jacobo Ramos, y Edwin de la Cruz de la Central Nacional de Trabajadores, junto a la asociación de trabajadores del Central Romana representada por Prospero Juan y Miguelito Báez.
La empresa Central Romana cumple con las normativas laborales, indicaron. José De León
Para Rafael (Pepe) Abreu, Estados Unidos omitió procesos al realizar esa medida, ya que obvió lo establecido por los organismos internacionales.
Recordó que previó a las restricciones, la OIT visitó la Central Romana donde realizó una serie de investigaciones sobre el ámbito laboral, motivados por una solicitud del Consejo Consultivo de Trabajo dominicano, tras algunos congresistas estadounidense del partido Demócrata orquestar un plan de acusación de trabajo forzoso a esa compañía.
“En la OIT están sorprendidos con esa medida porque aún ellos no han emitido un informe y ya EEUU inició sanciones”, manifestó Rafael Pepe Abreu durante el Coloquio del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Presión al país
Gabriel del Río fue enfático al señalar que la migración ha sido importante históricamente para la República Dominicana, pero la misma tiene que ser legal y en función a las necesidades que tiene el país.
“El trabajo ilegal no se puede seguir aceptando en el país, porque está afectando a trabajadores dominicanos”, dijo Del Río al considerar que EEUU está tratando de imponer la migración haitiana para desvincularse de ese problema migratorio en su territorio.
Dijo que EEUU es una de las naciones que más deportaciones realiza y los nacionales haitianos encabezan la lista.
Resaltó que el problema haitiano debe ser resuelto en su terreno y debe ser un tema tratado por la comunidad internacional.
Así mismo, Jacobo Ramos indicó que las empresas locales cumplen con las normativas laborales nacionales e internacionales y alegó que el trabajo forzoso es una acción superada desde del 1966. Agregó que con esa medida se afectarán más de 30 mil empleados directos que genera esa industria azucarera a dominicanos y extranjeros.
Empleados dice tienen empleo digno en industria
Sorprendidos y preocupados se encuentran los trabajadores de la Central Romana indicaron Próspero Juan y Miguelito Báez, asesor y presidente de la asociación de trabajadores de esa compañía.
La preocupación se basa en posibles pérdidas de más de 30 mil empleos, tanto dominicanos como extranjeros.
“Los trabajadores del Central Romana cuentan con salario digno, acceso a vivienda, salud, transporte y alimentación con precios asequibles”, dijo Próspero Juan al resaltar que además reciben bonificación de hasta 80 días laborables y diversos incentivos», dijeron.
