Washington.- El Gobierno de EE.UU. se declaró hoy “profundamente preocupado” por el cese de la fiscal general venezolana, Luisa Ortega, por orden de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y exigió el “restablecimiento de la democracia» en ese país.
“Estamos profundamente preocupados por informes de que la Asamblea Constituyente ha destituido a la fiscal general Luisa Ortega de su puesto y le ha prohibido salir del país”, dijo a Efe un funcionario del Departamento de Estado estadounidense bajo condición de anonimato.
“En 2015, los actuales miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela fueron elegidos democráticamente para un mandato de cinco años por el pueblo venezolano”, recordó la fuente.
“La Asamblea Nacional -subrayó- es el único cuerpo legislativo legítimo y democráticamente elegido en Venezuela». EE.UU. -aseveró- “urge al restablecimiento de la democracia en Venezuela y la restauración de la prosperidad por la que los venezolanos han luchado tanto».
El funcionario agregó que el Gobierno estadounidense está “comprometido con el apoyo al pueblo venezolano en esta larga lucha».
En esa línea, el presidente de EE.UU., Donald Trump, en una conversación telefónica, se manifestó este viernes de acuerdo con su colega francés, Emmanuel Macron, en que el Gobierno de Nicolás Maduro “debe restaurar los derechos” del pueblo venezolano.
La conversación de ambos mandatarios coincidió con la instalación de la ANC de Venezuela -un órgano integrado únicamente por representantes afines al Gobierno- en el Palacio Federal Legislativo en Caracas, pese al rechazo de la oposición y de buena parte de la comunidad internacional.
Este jueves, el Departamento de Estado remarcó que considera “ilegítima” tanto la Asamblea Nacional Constituyente como el proceso por el que fue elegida el pasado domingo.
La Asamblea Nacional Constituyente aprobó hoy la destitución de Ortega Díaz y la inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo público, luego de que el Tribunal Supremo hallara motivos para su enjuiciamiento.
La ya exfiscal general había rechazado la elección de la Asamblea Constituyente por considerarla una “ambición dictatorial” del chavismo y había denunciado que debía “ser convocada por el pueblo» y no por el presidente Nicolás Maduro, lo que la ha convertido en una de las voces más críticas con este proceso.
En Venezuela se registra desde el 1 de abril una serie de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno, que ya dejan más de 120 muertos, situación que se ha agudizado desde la elección de la Asamblea Constituyente, en la que la oposición no participó por considerar el proceso fraudulento.