Washington.- La Casa Blanca subrayó este martes la necesidad de que las empresas estadounidenses refuercen su ciberseguridad tras el ataque de este fin de semana contra la compañía estadounidense Kaseya, que EE.UU. no ha atribuido todavía aunque sospecha que provino de Rusia.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, opinó que el ciberataque, que afectó a más de 1.500 firmas en todo el mundo, “demuestra la necesidad de que las compañías y agencias del Gobierno se centren en mejorar la ciberseguridad».
Psaki adelantó que el presidente estadounidense, Joe Biden, se reunirá este miércoles con responsables de los departamentos de Estado, Justicia y Seguridad Nacional, además de congresistas, “para hablar sobre el ‘ransomware’ y los esfuerzos estratégicos para contrarrestarlo».
“Esto es una prioridad”, aseguró la portavoz durante su rueda de prensa diaria.
Las agencias de inteligencia estadounidenses no han determinado por ahora la responsabilidad del ciberataque, que se produjo este sábado a través de Kaseya, una empresa de software con sede en Miami (Florida), que brinda servicios a más de 40.000 organizaciones en todo el mundo.
Sin embargo, el grupo REvil, de origen ruso y a quien los expertos apuntan como responsable, ha solicitado una recompensa de 70 millones de dólares para permitir que las corporaciones afectadas puedan retomar las operaciones, informaron este martes los medios estadounidenses.
Psaki aseguró que REvil “opera desde Rusia con filiales en todo el mundo”, y subrayó que EE.UU. ha sido “claro” en sus conversaciones con el Gobierno ruso, al que acusa de no responder de forma contundente a los ciberataques contra sus compañías.
“Si el Gobierno ruso no puede o no quiere tomar medidas contra los actores criminales que residen en Rusia, nosotros lo haremos, o al menos nos reservamos el derecho de tomar medidas por nuestra cuenta”, dijo Psaki.
La portavoz reiteraba así el mensaje que el presidente estadounidense, Joe Biden, transmitió a su homólogo ruso, Vladímir Putin, durante la cumbre entre ambos en junio en Ginebra.
Psaki recalcó que, por ahora, EE.UU. no acusa a Rusia de estar detrás del ataque a Kaseya, pero recalcó que tiene una “responsabilidad” de actuar contra los piratas que cometen ese tipo de delitos desde su territorio.
El ciberataque de Kaseya se produce después de los sufridos en los últimos meses en EE.UU. como el de Colonial, la mayor red de oleoductos de Estados Unidos; y JBS, el procesador de carne más grande del mundo, que fueron víctimas de operaciones similares por piratas informáticos.
En el caso del ciberataque de Kaseya, el FBI ha alentado a las empresas afectadas a denunciar si han sido objeto del ataque con ransomware (un programa que secuestra los datos del usuario a cambio de un pago para liberarlos) y a seguir las recomendaciones de la firma afectada.