Washington.- Estados Unidos ha evacuado a 2.900 personas de Afganistán en las últimas 24 horas, lo que muestra una ralentización con respecto a días anteriores, indicó este domingo a la prensa un alto funcionario de la Casa Blanca.
La cifra de 2.900 evacuados es mucho menor a la de 6.800 del sábado y 12.500 del viernes.
En concreto, según el citado funcionario, los 2.900 evacuados fueron transportados en vuelos militares estadounidenses y de la coalición internacional. En concreto, 32 aviones de EE.UU. evacuaron a 2.200 personas y 9 aeronaves de la coalición sacaron de Afganistán a otras 700.
La ralentización del ritmo de evacuación llega después de que este sábado el Pentágono confirmara que ya había comenzado la fase final del repliegue con la salida de material militar y el inicio de la evacuación de algunos de los 5.000 soldados que permanecían en el aeropuerto Kabul.
La Casa Blanca avisó el viernes que el inicio de esa nueva fase supondría una reducción de las evacuaciones. Asimismo, las nuevas evacuaciones se producen en un momento en el que Estados Unidos se encuentra en máxima alerta ante la posibilidad de que se repita un atentado como el del jueves contra el aeropuerto de Kabul.
Ese día, al menos un atacante suicida del Estado Islámico (EI) hizo detonar una carga explosiva entre la multitud que esperaba para abordar uno de los vuelos de evacuación para huir del país, lo que dejó al menos 170 muertos, además de decenas de heridos.
El Pentágono, además, informó de que 13 soldados habían perdido la vida y 18 resultaron heridos. Este sábado, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que es “altamente probable” que haya otro ataque contra el aeropuerto de Kabul en las próximas 24 a 36 horas; y, horas después, la embajada en la capital afgana emitió una alerta para advertir de “amenazas creíbles” cerca del aeropuerto.
Según la Casa Blanca, Washington ha organizado la evacuación de Afganistán de 114.400 personas desde el 14 de agosto, cuando aceleró las labores de evacuación ante el avance de los talibanes.
Un día después, el día 15, el grupo insurgente se hizo con el control de Kabul después de que sus combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, con casi todas las provincias bajo su control, y tras la huida del entonces presidente afgano, Ashraf Ghani.