Ante la necesidad de seguir fortaleciendo la transparencia, la institucionalidad y el desarrollo de la República Dominicana, además de la acción de una justicia independiente y el estricto cumplimiento de las leyes, surge la pregunta, ¿qué más podemos hacer como ciudadanos y ciudadanas para evitar acciones corruptas que laceran la confianza del pueblo en los líderes e instituciones, que generan miseria y pobreza y cuestionan los fines del ejercicio del poder?
La respuesta se asocia al adagio o refrán de que siempre es mejor prevenir que lamentar. La prevención es educación, formación y coherencia. Educar en valores a las nuevas generaciones y promover los buenos ejemplos para que los malos no se conviertan en modelos de vida.
La formación para la ética parte de la concepción de que la honestidad no sólo es una exigencia en lo público, sino que es parte de toda la vida humana.
San Juan Bosco se propuso como misión formar honrados ciudadanos en una sociedad afectada por la violencia y la delincuencia juvenil. Esa debe ser también la misión de cada familia y de la educación.
Por más profesional o técnico que sea un individuo, si no es honesto, lo que generará será dolor y desgracia para otros y para sí mismo.
Adela Cortina afirma que, entre otras cosas, la ética sirve para reducir el sufrimiento humano y construir una democracia más auténtica que sea gobierno del pueblo.
La democracia de nuestra región está sangrando justamente por corrupción que genera la falta de ética. Ese mal tiene que extinguirse porque no es sostenible para nadie.
Hay que sembrar de raíz los conocimientos, actitudes y prácticas vinculadas a la ética en los niños y jóvenes como lo hizo Don Bosco. Y hay que destacar a todos niveles el ejemplo de los hombres y mujeres honestas como camino a seguir. No el estilo de vida de los narcotraficantes y los corruptos.
En esas generaciones encontremos una esperanza para la democracia, creando en ellas capacidades para poder formarse una concepción del bien que les permita planificar una vida moral e irradiarla a la sociedad.