Santo Domingo.-El sistema educativo dominicano está en su mejor momento y puede lograr cambios a favor de la sociedad, debido al 4 por ciento y la construcción de más aulas, entiende Dominicana Pérez Estepan, maestra dedicada por seis décadas al sector, que a sus 76 años se desempeña como directora de Educación de Acción Empresarial por la Educación (Educa).
Sin embargo, considera que aún falta preparación a nivel docente; que la enseñanza debe ser personalizada y que los estudiantes se dediquen más.
Haciendo una retrospectiva de los cambios que registra el sector, en base a sus experiencias, Dominicana considera que aunque ha sido importante la democratización de la enseñanza, a esta le falta calidad.
“Antes la escuela no estaba súper poblada como ahora, la masificación hace perder la calidad.
No es lo mismo un maestro trabajar con 20 alumnos que con 60; es posible que veinte sean muy buenos y cuarenta no, entonces el maestro no tiene tiempo para dedicarse a los sesenta”, puntualiza.
Afirma que es posible que maestros, alumnos y padres tengan responsabilidad de esa situación. Insiste en que antes los estudiantes se aplicaban y cuando salían de un curso estaban preparados.
Supervisión
Recuerda que en su época, la inspección en las escuelas era muy estricta y la figura del supervisor causaba cierto temor entre maestros, director y la comunidad, parecía como si llegaba el Presidente y había que rendirle culto.
“Todo el mundo tenia que ponerse de pie al cantar el Himno Nacional y hacer miles de cosas… en ese sentido creo que se ha avanzado y democratizado la escuela, pero se pierde la oportunidad de la supervisión”, afirma.
Derechos y deberes
Entiende que en el sistema, hay derechos y deberes que se deben imponer y en cierto modo eso se pierde, a su juicio, sucede igual en la familia. Insiste que los niños tienen derechos, pero hay que hacerles entender que tienen deberes que cumplir.
“Los chivos”
Respecto a los fraudes y “chivos” de los estudiantes, asegura que siempre han existido y deben castigarse, pero no ser motivos de expulsión de ningún estudiante de las aulas. Sí concienciar a estos de que se está engañando así mismo y poner en claro que el fraude no es correcto.
En relación a la tecnología, piensa que es de mucho provecho en la formación, pero también se presta para el engaño del alumno y el maestro.
El primero hace “copi pei” y el segundo no le presta atención, entonces ambos se engañan porque no cumplen.
“Yo los mando a investigar, pero me tienen que hacer el trabajo a mano, porque así me aseguro que algo les queda”, sostiene.
Cualidades del maestro
Asegura que antes había mística en la educación y un maestro de vocación debe tener características especiales, como amar lo que hace.
“Para mí el profesor es quien sabe y enseña; el maestro se distingue porque sabe, enseña y ama lo que hace”, enfatizó.
Otro valor que debe tener es dominar lo que enseña, tener empatía con su comunidad y que lo que haga sea para bien de su país.
