Se escuchan las voces de muchos «expertos» asegurando que la Tecnología y en específico la llamada de “la Información y del Conocimiento” es una simple herramienta que nunca podrá sustituir lo realmente importante de los procesos.
Dicho argumento tiene algo de verdad que puede ser utilizada para generalizar una falacia.
Vivimos en un mundo altamente tecnológico. Diversos aspectos de la vida humana están «impactados» de manera significativa por las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).
¿Cómo podríamos comunicarnos, trabajar o entretenernos hoy sin un medio o soporte tecnológico?
Nos parece que la sociedad que hemos construido después de milenios de desarrollo científico y tecnológico no solo utiliza las TIC sino que necesita de ellas para sobrevivir.
Dependemos del «elemento» tecnológico porque hemos implementando en el mundo con éxito un estilo de vida digital.
Las consecuencias de este fenómeno se traducen por tanto en un papel importante de dichas herramientas en nuestro modelo educativo.
La escuela y la universidad no pueden seguir espacios de conocimiento y desarrollo humano si le dan la espalda a las tecnologías que dominan el acontecer mundial.
Es cierto que educación implica pedagogía, currículum, acompañamiento docente, calidad de formación y otros elementos.
También es cierto que cada elemento en un modelo educativo es importante pero también el reconocimiento de la importancia capital del «hecho» tecnológico en la aulas de las organizaciones académicas de todo el mundo.
Debemos llenar de contenidos y herramientas tecnológicas a toda la República Dominicana.
Ese es el centro de una transformación educativa de futuro.
Lo estamos haciendo bien y debemos hacerlo cada día mejor.