En esta ocasión número veinticuatro y debido a la pandemia generada por la Covid-19, el Congreso Internacional Aprendo, organizado tesoneramente por Acción Empresarial por la Educación (Educa), se llevó a cabo utilizando los recursos de la virtualidad y las plataformas multimedia, conjuntamente con actividades presenciales bajo estrictos protocolos de salud.
Su lema “Reimaginando la educación: un modelo híbrido” se articula con los propósitos fundamentales del plan del Ministerio de Educación denominado “Aprendiendo en casa preservando la salud”, cuyo diseño y puesta en vigor constituyen una eficaz respuesta de las autoridades educativas, para garantizar la enseñanza a todos los niveles en medio de la crisis sanitaria global.
Hay que saludar con beneplácito, y así lo hizo el Banco Popular Dominicano, su histórico y principal patrocinador, a Educa yreconocer los extraordinarios esfuerzos económicos, tecnológicos y humanos desplegados por el gobierno del presidente Luis Abinader, a través del Minerd, a fin de preservar en la población dominicana el derecho a una educación de calidad, superando, no solo las dificultades impuestas por la pandemia, sino también los retos de la inequidad social y la brecha tecnológica y de oportunidades que caracterizan nuestra realidad socioeconómica.
Apostar, con optimismo y determinación, al logro de una mejor educación significa contar de una vez por todas, con mayores índices de competitividad y un desarrollo compartido para la República Dominicana.
Significa, asimismo, garantizar un mejor futuro para las nuevas generaciones y para todos los dominicanos. Porque como afirmó y practicó el gran líder sudafricano Nelson Mandela, la educación es el arma más poderosa que pueden tener el individuo y la sociedad para cambiar favorablemente el mundo.
En respuesta a los desafíos de la pandemia, estamos asistiendo hoy, sin lugar a dudas, a la renovación del sistema educativo, con soluciones didácticas a distancia que, por lo visto, nos acompañarán en lo adelante.
Porque, muy probablemente, nada volverá a ser como era costumbre. De esta crisis, y del empeño en superarla por parte de los sectores público y privado, está emergiendo una nueva y revolucionaria educación en la República Dominicana. De esta hay que cuidar celosamente, por un lado, el alcance y cumplimiento del calendario educativo, y por el otro, la calidad de los aprendizajes.
En esta dirección, la utilización de la tecnología como recurso didáctico, no como fin en sí mismo; la participación de los padres y demás miembros del hogar, así como la actualización constante del perfil docente son piezas determinantes para el nuevo andamiaje educativo nacional.
Para nuestros maestros, que participan en cantidad de miles cada año, el Congreso Internacional Aprendo de Educa es una oportunidad para actualizar y fortalecer sus conocimientos didácticos, como también para despertar en ellos, especialmente en estos tiempos de crisis, la imaginación y la creatividad, a fin de mejorar sustancialmente la calidad educativa, resultando en una mejor experiencia docente de su parte y un mayor aprovechamiento de los alumnos.
La única manera de romper eficazmente con el círculo vicioso de la relación maestros deficientes igual a alumnos mediocres es haciendo enormes esfuerzos y sacrificios para la formación docente.
De esta forma, alcanzaríamos un círculo virtuoso, con maestros preparados y alumnos con formación crítica, capacidad de análisis y visión innovadora.
Todos debemos creer en la fuerza transformadora de la educación como un pivote firme de la consolidación de las instituciones democráticas y del desarrollo económico, social y humano en un marco de sostenibilidad.
Por tal razón hay que respaldar a Educa en sus iniciativas, especialmente esta y aquellas otras que, junto al Ministerio de Educación, persiguen modelar políticas públicas para una mejora continua de los aprendizajes en la educación de nuestro país.