MONTEVIDEO, Uruguay.-El escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de «Las venas abiertas de América Latina», un referente de la literatura comprometida con la izquierda, falleció este lunes a los 74 años en Montevideo.
Los presidentes de Brasil, Bolivia, Ecuador y El Salvador; personalidades de la cultura latinoamericana como la escritora mexicana Elena Poniatowska, así como la guerrilla colombiana de las FARC, lamentaron su deceso.
Eduardo Germán María Hughes Galeano murió el lunes por la mañana, informaron a la AFP fuentes del sanatorio en el que se encontraba internado en la capital uruguaya.
El escritor padecía de cáncer pulmonar. Su editorial en España, Siglo XXI Editores, también confirmó su fallecimiento. «Eduardo Galeano nació en Montevideo el 3 de septiembre de 1940 y ha muerto en la misma ciudad el día 13 de abril de 2015», señaló la casa editorial con sede en Madrid.
«El tiempo comprendido entre ambas fechas se puede llenar con exilios, libros, nombres de amigos y de enemigos, numerosos premios, doctorados Honoris Causa, campañas de descrédito, en suma, la habitual construcción, a partir de un cúmulo de datos varios, del perfil con el que enciclopedias y estudios de todo tipo guardarán su figura para la posteridad», resumieron sus editores.
Un escritor mundial
Galeano fue referencia de la intelectualidad de izquierda latinoamericana de los años 1970, en buena medida gracias a «Las venas abiertas de América Latina», un título que fue traducido a más de 20 idiomas. En 2009, durante una Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, el entonces presidente venezolano Hugo Chávez le regaló un ejemplar a Barack Obama, que estaba estrenando su investidura bajo la promesa de un «cambio».
Este episodio disparó las ventas del libro, sobre el que Galeano, en los últimos años, había sido muy autocrítico. «Para mí, esa prosa de la izquierda tradicional es aburridísima», dijo a la prensa en Brasilia. No obstante, algunos mandatarios latinoamericanos que se identifican con el pensamiento que expresó Galeano en ese texto hace más de 40 años no tardaron en reaccionar a su muerte. La brasileña Dilma Rousseff escribió en un comunicado: «Hoy es un día triste para nosotros los latinoamericanos». La muerte de Galeano «es una gran pérdida para todos los que luchamos por una América Latina más inclusiva, justa y solidaria».
«El mundo perdió un maestro», dijo a la prensa el boliviano Evo Morales, quien elogió «sus textos orientados a evitar el saqueo de América Latina, en especial sus mensajes orientados para las nuevas generaciones a defender la soberanía de los pueblos».
«Hoy fallece un gran maestro de la… Patria Grande. (…) ¡Las venas de América Latina están abiertas por tu partida, querido Eduardo!», dijo en Twitter el presidente ecuatoriano Rafael Correa. La laureada escritora mexicana Elena Poniatowska dijo también en Twitter: «Galeano puso en nuestras manos una historia de América comprensible y estremecedora».
Su opinión fue secundada por su colega argentino Osvaldo Bayer, para quien este libro es «la verdadera biblia latinoamericana, que va a quedar siempre», según dijo a la prensa local. También la guerrilla de las FARC lamentó en sitio web la muerte del escritor: «Recibimos con enorme y sincero dolor la noticia de la muerte de Eduardo Galeano, revolucionario, escritor e intelectual de talla nuestramericana (sic) y universal»
Las últimas críticas
Ya mayor, sabiendo de la enfermedad que lo aquejaba, no dejó de escribir, pero sobre todo, no dejó de expresar aquello que sentía como un deber: la crítica social. En una de sus últimas y más celebradas apariciones públicas, Galeano reclamó su «derecho al delirio» y lanzó un mensaje de deseo a la humanidad, a la que deja un legado de decenas de obras que abordan temas tan variados como la política, la historia o el fútbol.
«Qué tal si deliramos por un ratito (…) para adivinar otro mundo posible. El aire estaría limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; la gente no será manejada por el automóvil ni programada por el ordenador, ni comprada por el supermercado ni mirada por el televisor», dijo Galeano acompañado por un piano en estudio de televisión español.
El escritor, que estudió hasta primer año de Secundaria, afirmaba haber aprendido el arte de narrar en los viejos cafés de Montevideo. Inició su carrera periodística a los 14 años y, entre 1961 y 1964, fue editor de la prestigiosa revista Marcha, reducto de intelectuales latinoamericanos en el que también escribió Mario Benedetti.
Con la llegada de la dictadura en 1973 a Uruguay, Galeano –vinculado a corrientes marxistas– se exilió en Argentina y luego en España. En 1985, con el retorno de la democracia, volvió definitivamente a su país. Obtuvo el premio Casa de las Américas en dos ocasiones (1975 y 1978) y su trilogía «Memoria del Fuego» recibió en 1989 el American Book Award, distinción que otorga la Universidad de Washington.
A su obra se sumará pronto una compilación titulada «Mujeres» que se publicará en breve en España, según señala la editorial Siglo XXI en su página web (http://www.sigloxxieditores.com/especial/Mujeresí6).